vitoria. La Guardia Civil de Navarra desarticuló ayer una banda organizada que efectuó diferentes delitos de patrimonio dentro de una operación en la que Vitoria ha sido el escenario de uno de los siete arrestos de ciudadanos de origen rumano. La operación, denominada Banic, comenzó el año pasado a raíz de la detención de dos hombres de dicha nacionalidad en un bar de la localidad navarra de Lodosa, debido a los cuantiosos robos con fuerza en bares, polígonos industriales y domicilios que se habían producido en Tierra Estella.
Vitoria fue uno de los lugares en los que se llevó a cabo la actuación policial, ya que entre todos los hechos que se les imputan a los arrestados, figura un delito de robo con violencia e intimidación ocurrido en la capital alavesa, en el que, según los agentes, tras agredir a una víctima con diversas lesiones le sustrajeron 2.400 euros en metálico. Pero además de Vitoria, Aldea del Rey también protagonizó otro arresto, más los otros cinco de Ciudad Real, ya que la mayoría residían en esta provincia.
complicaciones La investigación se complicó por esta multiplicidad de escenarios y de delitos. Sólo en Navarra cometieron siete en las máquinas tragaperras de las localidades de Viana, Lodosa y Estella, que se llevaban a cabo con violencia e intimidación tanto en domicilios, como empresas y establecimientos. La mercancía también era de lo más variada: robos en máquinas tragaperras y expendedoras, así como tráfico de estupefacientes y anabolizantes.
Los agentes no lo tuvieron fácil. A la diversidad de delitos hubo que añadir que todos los acusados se encontraban geográficamente dispersos. Se desplazaban a una provincia del norte, en la que supuestamente cometían los delitos durante unos cuatro días. Allí se ponían en contacto con otro miembro de la banda, quien les indicaba qué lugar era el más propicio para actuar. En algunos de los casos los llegaron a cometer bajo la contratación de otra persona. Éste es uno de los aspectos más llamativos descubiertos durante la investigación. Y es que, se pudo verificar que también realizaban ajustes de cuentas con el objetivo de causar lesiones pero sin importarles acabar con la vida de sus objetivos.
Como si de una película sobre el crimen organizado se tratara, sus miembros empleaban, además, un lenguaje codificado, muy común entre este tipo de grupos. Sin embargo, los agentes lograron descifrar la estructura del grupo organizado, ya que pudieron determinar los diferentes roles que ejercía cada uno de sus integrantes.