PARLA. La menor de tres años que falleció el pasado jueves en Tenerife por las lesiones causadas al caerse de un columpio, Aitana, ha sido enterrada hoy en el Cementerio Municipal de Parla, de donde es natural su familia, con la presencia de unos trescientos familiares y vecinos de la localidad.
El sepelio comenzó a las 9:30 horas en una pequeña capilla a la entrada del cementerio, en la que se congregaron los familiares y más allegados, mientras que un reguero de vecinos y amigos de la familia inundaba el pasillo aledaño.
Las mayores muestras de dolor fueron de Belén, la madre de la pequeña Aitana, que no podía parar de repetir el nombre de su hija fallecida, mientras que su hermana Vanesa tuvo que ser ayudada por sus familiares en un par de ocasiones, ya que apenas podía mantenerse en pie.
En el nicho donde se depositó el cuerpo de la menor había una decena de coronas de flores.
El Ayuntamiento de Parla ha sufragado los costes del entierro, a petición de la familia de la pequeña Aitana, y proporcionará además asistencia psicológica a los familiares que la requieran.
El compañero sentimental de la madre, Diego Pastrana, que fue acusado y detenido en un principio por el informe de un médico de guardia que consideraba que la menor había sido agredida, no asistió al sepelio por encontrarse ingresado en un hospital tinerfeño a causa de las secuelas del suceso.
A la entrada al cementerio se podían observar tres carteles con la foto del joven Diego, bajo la cual se leía en mayúsculas la palabra "inocente", y un mensaje de ánimo: "Estamos todos contigo y siempre tendrás nuestro apoyo. Te queremos. Aitana no te olvidamos".
No se espera que haya más concentraciones por parte de los amigos de Diego Pastrana, mientras que no antes de quince días habrá una misa para recordar a la pequeña fallecida.