vitoria. Nunca una zanja aportó tanto. Pero así son las circunstancias. El caso es que unas obras de saneamiento iniciadas por el Ayuntamiento de Dulantzi han destapado parte del subsuelo de la villa y, con él, un secreto que sólo conocía el tiempo: una necrópolis medieval de un valor histórico indudable. En principio, y a falta de cerrar la intervención arqueológica aún en proceso, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha podido saber que el azar ha dejado al descubierto varias sepulturas de diversa tipología y evidencias -restos de estructuras excavadas en el subsuelo y algunos materiales cerámicos- que señalan la existencia en la zona de pobladores anteriores a las propias tumbas ahora descubiertas (y a la creación de Alegría) y que probablemente vivieron a finales del periodo romano o de la Alta Edad Media (siglos VII y VIII).
Los restos, cuyo conjunto se conoce por ahora como Necrópolis de San Martín, han salido a la luz gracias a la casualidad y a la presunción. El caso es que la intención municipal de instalar nuevas infraestructuras de saneamiento suponía de facto alterar el espacio de protección de la Zona de Presunción Arqueológica adyacente a la ermita de San Martín, perímetro en el que se daba por hecho la existencia de restos de civilizaciones ya olvidadas. Tal circunstancia facilitó la intervención arqueológica auspiciada por el Departamento foral de Euskera, Cultura y Deportes y, por ende, el descubrimiento de restos interesantes que, el propio director foral del ramo, Agustín Otsoa, califica en un documento al que ha tenido acceso este diario como susceptibles de un valor histórico "alto" por posibilitar una comprensión adecuada del origen de la actual villa de Dulantzi y de unas épocas poco conocidas hasta la fecha, como la Antigüedad tardía y la Alta Edad Media.
Desde el área foral de Cultura reconocen la existencia de los hallazgos arqueológicos y cierto grado de sorpresa ante una intervención "que es más amplia de lo previsto". En cualquier caso, el proceso abierto para estudiar y documentar la necrópolis no se sale de la normalidad en este tipo de casos. "Los restos no son excepcionales pero sí interesantes", indican fuentes forales consultadas.
En cualquier caso, el descubrimiento de la necrópolis no ha dejado indiferentes a los gestores del patrimonio arqueológico del territorio. En ese sentido, Lorena López de Lacalle quiso recordar que los restos localizados en la zona de la ermita ensalzan "la actividad arqueológica que se desarrolla en Álava y demuestran que se trabaja a muchos niveles". Asimismo, quiso recordar que "lo interesante de este hallazgo, además de los restos en sí, es el buen funcionamiento del mecanismo de protección del patrimonio".
La intervención arqueológica en la zona, dirigida por Javier Niso - empresa Iterbide- consiste en la excavación y documentación de los restos para permitir que los trabajos consignados por el Consistorio puedan reanudarse y llegar a buen fin. Claro está. En caso de que se produjera el hallazgo de restos de mayor entidad arquitectónica obligaría a valorar otras alternativas.