Vitoria. Las residencias de mayores municipales no pueden dar respuesta a la cantidad de solicitudes que reciben. En la actualidad, un total de 252 personas engrosan la lista de espera que hay para acceder a este tipo de centros. En algunos casos, los solicitantes se tienen que armar de paciencia, ya que pueden pasar hasta tres años antes de que quede una plaza disponible.
El perfil de quien pide ingresar en una residencia de titularidad municipal es el de una mujer de 83 años que vive sola. En la mayoría de los casos coincide con que el solicitante no recibe ningún tipo de ayuda complementaria para hacer este tiempo de espera más llevadero. Es decir, no dispone en su casa de telearlarma, de servicio de ayuda a domicilio, ni recibe atención en un centro de día. Es por ello que el PP no dudó ayer en criticar las políticas de mayores impulsadas por el Ayuntamiento de Vitoria. "Es como para echarse a temblar", aseguró ayer la concejala del grupo popular Ainhoa Domaica.
El titular del área municipal de Intervención Social, Peio López de Munain, explicó que quien no tiene acceso a una plaza en una residencia de mayores pública es porque "no presenta una necesidad real". En este sentido recordó que quien verdaderamente está en una situación delicada no suele tener problemas para entrar. "En una semana o menos está dentro", añadió. Sin embargo, en el lado opuesto, también explicó que hay personas que llevan desde abril de 2006, es decir, más de tres años y medio en la lista de espera.
convenio con san prudencio Por otra parte, López de Munain explicó ayer que el Ayuntamiento ha prorrogado el convenio que mantiene con San Prudencio. En concreto, destinará 915.000 euros a subvencionar las 74 plazas de la residencia y otros 303.000 a las 40 plazas del centro de día. Sin embargo, el concejal explicó que su intención el próximo año es denunciar el convenio con el fin de negociar las nuevas condiciones del contrato.