Lejos de ser considerado como algo elitista y reservado a unos pocos, el póquer se ha convertido en un juego de masas al alcance de todo el mundo. Los viernes o sábados suelen ser los días elegidos por los jóvenes vascos para jugar unas manos en cuadrilla.
"Poker in the txoko"
Los jóvenes sustituyen los hamarrekos por las fichas
EL póquer siempre ha sido considerado como un juego elitista en el que los gorros tejanos y los puros eran complementos indispensables para formar parte de una partida. Hoy en día, lejos de aquellas películas del oeste en el que el vaquero entraba a la cantina, pedía un whisky y se sentaba en la mesa dispuesto a ganar, el póquer se ha convertido en un juego de masas practicado mayoritariamente por jóvenes que se reúnen en los txokos o lonjas para jugar unas manos en cuadrilla.
Aunque se cree que el póquer es un juego originario de Francia, no hace falta irse tan lejos para comprobar que el tirón que está teniendo entre los jóvenes vascos es espectacular. Viernes o sábados suelen ser los días elegidos para jugar una partida entre cinco o seis amigos, que suele durar dos o tres horas.
El ambiente que se respira en estas partidas es muy distinto del que se puede encontrar en campeonatos o en los casinos. Es un entorno amigable en el que sentarse a la mesa y jugar suele ser un pretexto para reunirse con los amigos y pasar un buen rato jugando a cartas.
Antes de empezar se acuerda la cantidad que se va a apostar, que normalmente oscila entre los 2 y los 10 euros. Al final de la partida el jugador que gane se queda con el bote. La cantidad varía notablemente dependiendo del número de personas que vayan a empezar la partida. Si por ejemplo sólo hay 3 jugadores lo más lógico es que la cantidad que se ponga inicialmente sea baja. Si por el contrario se juntan 8 ó 10 amigos el bote tiende a ser más elevado, pero siempre dentro de unos parámetros razonables.
Para jugar, se suele utilizar una mesa normalmente ovalada con una capacidad máxima para diez jugadores. Después se acuerda qué valor se le va a dar a las fichas y finalmente sólo falta decidir qué modalidad de póquer es a la que se va a jugar.
Existen múltiples variedades de póquer: Omaha, 7 cart stud, 32 draw, póquer tapado, chiribito..., pero sin duda la modalidad que más furor está causando entre los jóvenes es el Texas Hold"em. Una de las razones de su éxito es que se trata de un juego muy ágil que cuenta con una mecánica fácil de entender. Se utiliza una baraja francesa de 52 cartas sin comodines. Se reparten dos cartas a cada jugador y en el centro se colocan cinco boca arriba que son comunitarias para todos los jugadores. El objetivo es, con las dos cartas de cada uno y las cinco comunitarias, ligar la máxima jugada posible. Carta alta, pareja, doble pareja, trío... y así hasta escalera de color que consiste en juntar cinco cartas seguidas del mismo palo del 10 al as. Este fenómeno está irrumpiendo con muchísima fuerza y rara es la lonja en la que no se haya jugado una partida de póquer.
Pero, siendo un juego de cartas que ha existido siempre, ¿por qué ahora?, ¿qué lleva a los jóvenes vascos a iniciarse en este juego de mesa? Una de las razones más importantes es que se trata de un juego diferente a los demás, en el que el talento o la habilidad que uno posea tiene un gran valor, ya que tener siempre las mejores cartas no te garantiza alzarte con la preciada victoria. Además, estas partidas entre amigos dan la oportunidad de conocer a nuevas personas que comparten las mismas aficiones, ya que muchas veces las partidas se suelen jugar entre amigos de distintos txokos.
Uno de los asuntos más espinosos y que más discusiones suele crear es la propia definición del póquer. Algunos opinan que el esfuerzo, tanto físico como mental, es comparable al del ajedrez, y que por tanto, debería de ser considerado como un deporte. Otros, en cambio, sostienen que es un simple juego de cartas como por ejemplo el tute y no debería ser considerado más que eso, un simple juego de cartas. Deporte o no, lo que esta claro es que el póquer se ha convertido en un juego de masas de un tirón impensable hace unos pocos años que está consiguiendo desbancar al mus como uno de los juegos de cartas más practicados entre los jóvenes vascos.
Los grandes establecimientos se frotan las manos por las exitosas ganancias que están cosechando en la venta de los accesorios necesarios para llevarlo a la práctica. Mesas, maletines de fichas y barajas están siendo arrasadas en todas las estanterías de los centros comerciales gracias al boom imparable de este juego. La prensa escrita también se ha percatado de la gran afición que están creando estos juegos y muchos diarios entre sus promociones incluyen maletines de póquer con baraja incluida para intentar aumentar las ventas. La telefonía móvil tampoco se libra de esta nueva demanda, ya que además del clásico tetris, raro es el teléfono móvil nuevo que no lleve incorporado entre sus accesorios un juego de póquer.
Pero sin duda, donde más repercusión está teniendo es en la televisión. Varias cadenas estatales han incluido en sus parrillas programas en los que este juego de cartas abarca un espacio importante de tiempo. A parte de ofrecer eventos o campeonatos, centran los programas en enseñar a jugar a los más noveles e incluso dan la oportunidad, a jugadores jóvenes que han ido ganando campeonatos a través de Internet, de medirse con deportistas de élite, famosos o profesionales del juego.
A nivel internacional, el torneo más prestigioso es el campeonato del mundo de póquer, conocido como WSOP (World Series Of Poker), que se celebra estos días en el casino Río de Las Vegas. Precisamente un joven danés de 21 años, Peter Eastgate, fue quien logró alzarse el pasado año con el título de campeón del mundo de póquer, y de paso embolsarse la nada desdeñable cifra de 9 millones de dólares. Lo más curioso es que su contrincante en la mesa final, el ruso Ivan Dominiv, apenas superaba los 27 años.
Póquer "ON LINE" Otra de las modalidades del juego que ha irrumpido con muchísima fuerza entre los jóvenes es el póquer on line. Las diferencias de esta variedad con el póquer que se juega en los txokos son muy simples. Por un lado, al tratarse de un juego que se practica a través de internet, en ningún momento sabes contra quién se juega. Por otro, las apuestas que se realizan suelen ser bastante más elevadas. Además, los jugadores no tienen que esperar a que se aproxime el fin de semana para poder jugar ya que mediante internet es posible jugar los siete días de la semana las 24 horas del día. Cabe recordar que mediante el póquer on line un jugador, siguiendo diferentes escalados, tiene la posibilidad de conseguir una entrada para el campeonato del mundo de póquer, con un coste de inscripción de 10.000 dólares por menos de un euro.
Numerosos deportistas de elite también han sido seducidos por este juego de cartas y cada vez son más los que tras una larga carrera en la élite, deciden probar suerte en este mundo. Entre los casos más conocidos se encuentra el del aclamado ex tenista alemán Boris Becker o el del ex internacional italiano Christian Vieri, quien ya ha manifestado públicamente que cuando termine su periplo en el fútbol carioca tiene pensado afincarse en América para dedicarse por completo al póquer profesional. En cualquier caso, los expertos recomiendan hacer un uso lúdico del póquer, porque evidentemente cualquier juego de azar puede generar problemas de adicción si se hace un uso excesivo del mismo. Además, es importante no olvidar que para que unos ganen dinero, irremediablemente otros tienen que perderlo.
Hay un dicho muy popular dentro del mundo del póquer que resume a la perfección los peligros que pueden existir a la hora de jugar una partida: Si te sientas en una mesa y no ves a ningún pardillo, es que el pardillo eres tu.
Jugar una partida de cartas suele ser el pretexto para pasar un rato con la cuadrilla
El póquer está desplazando al mus como uno de los juegos más practicados
Un grupo de amigos juega una partida de Texas Hold"em en un txoko bilbaíno.
"A los jóvenes les recomiendo prudencia, que tengan mucho cuidado con el póquer"