vitoria. Quizás no son considerados demasiado relevantes ni su repercusión mediática es comparable a la de otros comicios. Es más, probablemente el grupo de la población alavesa, concentrada en Vitoria, ni siquiera será consciente de que este mismo fin de semana el futuro de parte del territorio se decide. Aun así, el destino de los concejos, una figura poco reconocida, pero muy útil para la zona rural alavesa, se determinará mañana a través de las elecciones a los concejos.
Una práctica que llevará a las urnas a más de 30.000 alaveses mayores de edad para decidir sobre sus representantes en las 336 entidades menores existentes en la provincia. La jornada comenzará a las 11.00 y terminará a las 15.00 horas en las diversas casas de concejo o, en su defecto, en los lugares públicos de cada localidad habilitados para ello. En total, son 313 personas presentadas en candidaturas de 72 pueblos, según los datos facilitados por la Diputación; el resto se elegirán por la fórmula de concejo abierto. Se trata de cifras similares a las de 2005, a pesar de que el censo ha aumentado en más de 3.000 personas.
Los concejos son órganos de gobierno y administración de una entidad menor alavesa. En principio, aunque no cuentan con la capacidad de decisión de otros cargos públicos, representan directamente a la población en sus asuntos y cuentan con competencia para adoptar resoluciones en materia de obras públicas y conservación del patrimonio. De esta forma, se verán involucrado en materias de construcción, ampliación y reparación de las instalaciones de uso y servicios públicos de su titularidad como caminos, alumbrado público y redes de agua.
Esta responsabilidad se ejercerá de forma gratuita, ya que tanto los vocales como los presidentes de las juntas administrativas no reciben contraprestación económica alguna por esta labor.
Esto, sin embargo, no desanima a algunos ciudadanos a presentar su candidatura. Y es que, aunque no es la práctica generalizada, sí hay entidades que cuentan con listas. En estos concejos, los ciudadanos votan a aquellos aspirantes que aparecen en estas planchas tras haber cumplido con los requisitos correspondientes. En los últimos comicios de 2005, en 259 concejos no se empleó este sistema. Así las cosas, en estos pueblos, todos los mayores de edad empadronados en la localidad pueden ser electores y elegidos.
De esta forma, se establecen las juntas administrativas en función del número de habitantes que tenga la localidad. En principio, cada una de ellas está formada por un mínimo de tres personas: el presidente y, al menos, dos vocales. Pero si el concejo tiene más de 400 habitantes, por cada 200 vecinos más, se añade otro vocal. Así se determina la cifra final de concejales que constituyen cada junta administrativa.
Aun así, esto no asegura que todos los concejos conformen su organismo correspondiente. Después de que se realicen la elecciones este domingo, la Junta Electoral proclamará el próximo 4 de diciembre a los regidores que más votos han conseguido y los vocales mínimos que corresponde a cada concejo. Será a partir de ahí cuando se abrirá el periodo de renuncias. De esta forma, si alguno de los elegidos no quiere recibir el cargo, la lista correrá al siguiente más apoyado.
voluntario En caso de que se diera la circunstancia de que ningún vecino asumiera la responsabilidad, el Ejecutivo foral es el encargado de ocuparse de la gestión de esa junta administrativa. Para ello, establecerá una gestora que tiene la obligación de convocar elecciones en un año. Si no se consiguen los representantes requeridos, se elimina la junta administrativa y el concejo pasa a ser un núcleo dependiente del ayuntamiento correspondiente para todos los servicios. Aun así, se cubran o no todos los puestos de representación, serán 1.051 cargos públicos los que votarán los vecinos alaveses de la zona rural del territorio. Los resultados se sabrán en apenas unos días.