Si en Montaña Alavesa se preguntase a la gente que qué prefiere, si el blanco o el negro, seguramente la mitad se decantaría por un color y la otra mitad por el otro. Pero un recorrido por todos los pueblos, preguntando por la Línea de Alta Tensión, arroja una única respuesta: "No al trazado…", aunque haya algunos que maticen su sentir.

Pocos temas como éste han concitado tanta unión entre las gentes de esta comarca. La perspectiva de ver las montañas atravesadas por una gigantesca línea eléctrica ha herido todas las sensibilidades, y son pocas las personas que viven ajenas al conflicto y a las manifestaciones de protesta que se han ido prodigando en los últimos meses.

Una actitud que se mantiene latente porque en todos los ayuntamientos hay grandes pancartas rechazando el proyecto de Red Eléctrica Española como un recordatorio diario. Pero también son muchos los vecinos que han colocado letreros, como en Meano, donde viejas sábanas trasladan la opinión de sus gentes. A pesar de ello, no es algo que centre las conversaciones de corrillos o de bares, pero cuando se les pregunta su opinión a las personas en la calle brota de repente la rebeldía, aunque tras sus palabras se aprecia lo inermes que están los ciudadanos ante las decisiones unilaterales de los grandes estamentos del Estado y se saben condenados aunque -oficialmente- no se haya decidido todavía el trazado.

santa cruz de campezo En Montaña, en Álava, el proyecto que parece cantado entra por Santa Cruz de Campezo. Allí, el propietario de uno de los bares, Emilio López de Alda, no tiene reparos en afirmar que "estamos en contra por lo que se va a hacer en el monte, porque van a destruir mucha naturaleza". No niega su solidaridad con quienes necesitan esa energía que transportará la línea, por eso aclara que "claro que queremos tener luz, pero no queremos que pase por aquí. Creemos que lo mejor es que vaya por donde se haga menos impacto ambiental". Incluso, matiza, "no digo que lo lleven por otro lado, sino que se haga de la forma que cause menos impacto, porque estamos promocionando la naturaleza y esto la destruye"

En la calle, un grupo de mujeres conversa como cada día sobre sus asuntos cotidianos. Preguntarles es como echar un petardo en medio, porque la mitad sale disparada a sus quehaceres, aunque una, María Ibernalo, que prefiere no aparecer en las fotos, se atreve a dar su humilde opinión y afirma que "para no mejorar nada, estamos igual. Si fuera para mejorar, que nos la van a bajar o que nos van a hacer alguna gracia… pero para nada. Además, lo mismo las torres nos quitan el agua en verano". Y es que, esta mujer sabe que la energía que transportará la línea eléctrica irá directamente a Vitoria; en la comarca no quedará ni un solo kilovatio.

En la misma población, en Santa Cruz de Campezo, el bar de la gasolinera es un lugar de referencia y de encuentros en la zona. Uno de los clientes habituales, Jesús, recalca que "no estoy de acuerdo. Aquí, beneficio, no deja ninguno, todo sería pérdida; para el ambiente, para la salud, para todo. Es perjudicial". Este vecino lo tiene claro: "¿Que lo tienen que poner en algún sitio? Estoy de acuerdo, pero que se lo lleven a otro lado". Cerca de él, un ciclista de la capital alavesa escucha la conversación y finalmente se atreve a entrar en el diálogo, preguntando qué es lo que ocurre y poniendo cara de asombro cuando entre la camarera y Jesús le explican el proyecto de línea de alta tensión.

Se trata de un plan que desde Campezo se divide en dos ramales. Uno se dirige a Bernedo y el otro a Maeztu. En esta última localidad, en el restaurante Izki, un clásico para los senderistas y cicloturistas, Koldo, el camarero, también es tajante. "No estamos a favor, en ningún momento, porque el destrozo que hacen no sé si merece la pena. Di que al final lo llevarán por donde quieran y lo vamos a pagar caro", asegura el trabajador.

Koldo tiene muy claro que "aquí la gente viene buscando la montaña, los paseos, las rutas en bicis, andar a caballo y todo eso. Si hay que abrir una zanja de cincuenta metros de ancho... ¡Imagínate la de kilómetros que se llevará!".

bernedo Por el otro ramal, en Bernedo, unos jubilados, que no quieren salir en la foto ni dar sus nombres, charlan al abrigo del sol y, al ser preguntados, afirman estar en contra "por todo, por el medio ambiente y por las fincas". Otra de las señoras tercia para decir "que se lo lleven por donde menos daño haga", y su acompañante añade que "lo que queremos es que el paisaje se quede como está", mientras que otra señora apostilla: "este paisaje es muy bonito. Si empiezan con chorradas, nos joroban".

En el bar de Bernedo, una clienta, Marisol, afirma que "van a estropear todo, el campo, el ambiente, la libertad de pasear…, todo" y aclara que "yo no digo que lo lleven por otro lado, pero si que se tomen otras medidas para llevarlo. Tampoco queremos mal para los vecinos, sólo que pongan otros medios para hacerlo".

El proyecto que baraja Red Eléctrica pasa también por terrenos de Peñacerrada, para adentrarse en Trebiño y desde allí a Vitoria. En el bar de Peñacerrada, Kalda rechaza el proyecto y señala que "te diría que pongamos placas solares y dejemos de pagar a Iberdrola", mientras que su madre y propietaria del establecimiento, Loli, apunta que "esto va a perjudicar al medio ambiente, así que no estoy de acuerdo", pero es que, además "nos perjudicará seriamente el negocio familiar", porque las torres ahuyentarán las visitas".