Sabía que un niño muere cada 15 segundos por enfermedades relacionadas con el consumo de agua contaminada?, ¿o que cada año fallecen en todo el mundo más de nueve millones de pequeños por causas evitables, principalmente por malnutrición? Son datos estremecedores y a menudo ajenos a la mayor parte de la población de un país desarrollado. Sin embargo, ayer el Ayuntamiento gasteiztarra vio conveniente recordarlos con motivo de la efeméride que se celebraba.
Se acaban de cumplir 20 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, un tratado internacional de las Naciones Unidas que reconoció por primera vez que todas las personas menores de 18 años tenían derecho a ser protegidos, a desarrollarse y a participar activamente en la sociedad. Recogiendo el testigo de difundir este mensaje, y recordando que, desafortunadamente, en algunos lugares del mundo estos derechos se siguen sin respetar, la capital alavesa organizó ayer una gran fiesta reivindicativa.
A través de talleres, cuentacuentos, exposiciones y actividades deportivas, los pequeños que se acercaron hasta la plaza de Los Fueros pasaron un día divertido al tiempo que reclamaron lo que para ellos es un derecho fundamental. La mayoría coincidió en que el juego es algo que nadie les puede arrebatar. "Encontrarme cerrado el polideportivo" o "que la cancha de baloncesto esté sucia", son algunas de las denuncias que expresaron ayer los pequeños en unas cometas que han ido elaborando durante las últimas semanas. "Es un proyecto en el que han trabajado más de 15 centros, a los que les hemos pedido que reflejen los derechos que ven vulnerados", explicó Olga Hurtado, del Movimiento contra la Intolerancia, una de las muchas ONG que participaron ayer en la fiesta.
Bajo varias carpas instaladas en la plaza, las manualidades centraban buena parte de su atención. Así, mientras unos elaboraban imanes o chapas, otros se afanaban en la construcción de una caja-nido poniendo de relieve su pericia con el martillo. "¡Ahora sólo falta el pájaro!", comentaba Igor, mientras le echaba una mano a su hijo.
La fiesta contó también con una exhibición de los Bomberos de Vitoria, que dejaron boquiabiertos a los chavales emulando un salvamento desde lo alto del edificio de la Caja de Ahorros. La guinda la pusieron Alex e Idoia, Celedón y Neska Txiki, que hicieron lectura del documento que se aprobó hace ya dos décadas. Al acto también asistieron la diputada de Política Social, Covadonga Solaguren, así como el concejal de Asuntos Sociales del Ayuntamiento, Peio López de Munain.
familias numerosas Allí estuvieron representadas también las familias numerosas de Euskadi, a través de la asociación Hirukide, que en esta fecha tan señalada quiso centrar la atención sobre uno de los principales derechos que tienen los más pequeños: el de la Educación. Sin embargo, recordaron que para que este derecho sea completo y cumpla adecuadamente su cometido, debe estar cimentado en lo que los pedagogos llaman "Educación en valores". "En una sociedad en la que se evita la palabra esfuerzo, donde la autoridad brilla cada vez más por su ausencia, es muy importante que los padres sepamos y podamos educar correctamente a nuestros hijos, ayudándoles a la par a encontrar referentes externos que les hagan aprender y desarrollar estos valores sociales básicos", recordó Natalia Díez-Caballero, directora de Hirukide.