HUESCA. El médico oftalmólogo Jorge Cúa que, el 29 de agosto de 2006, operó de cataratas en el ojo derecho a Santiago Mainar, único acusado por la muerte del alcalde de Fago, Miguel Grima, cuyo juicio se está celebrando en la Audiencia Provincial de Huesca, ha confirmado hoy, en la quinta sesión de este proceso, la opinión de los médicos forenses de que el acusado no habría tenido problemas para efectuar el disparo a Grima.
Cúa declaró que con anterioridad a la operación, Mainar tenía en ambos ojos un 50 por ciento de visión y que con posterioridad a la operación, veía, sin gafas, un 80 por ciento en el ojo derecho que había sido operado y un 90 por ciento con gafas, mientras que en el otro ojo poseía una visión del 50 por ciento.
A preguntas de la acusación popular, el oftalmólogo aseguró que con esa visión, Mainar podría ver perfectamente un paquete de tabaco a seis metros, así como una silueta humana e incluso diferenciar los brazos, extremidades y el tronco de un cuerpo. Cúa explicó que "la catarata quita visión, sobre todo, en condiciones de mucha luz, mientras que en condiciones de menos luz, no se pierde agudeza visual especialmente".
El oftalmólogo añadió que "la catarata es una enfermedad evolutiva y si en el 2006 tenía un 50 por ciento de visión en el ojo no operado, lo normal es que ahora vea menos".
El abogado de la acusación popular planteó la posibilidad de que Mainar tuviera una visión del 30 por ciento en el ojo no operado por esa supuesta pérdida de visión debido a la evolución de la catarata y de un 80 ó 90 por ciento en el derecho, para preguntarle si continuaría viendo perfectamente a seis metros un paquete de tabaco y a 10 ó 12 metros cualquier tipo de figura humana. A lo que Cúa respondió afirmativamente.