madrid. Mientras los tripulantes del Alakrana regresan libres, en el Congreso de los Diputados se organizó ayer una bronca monumental entre el Gobierno y la oposición, con varios frentes abiertos al mismo tiempo, cuyo alcance no se veía en la Cámara desde hace mucho tiempo. En la sesión de control José Luis Rodríguez Zapatero no habló del secuestro del atunero, porque la pregunta del líder del PP, Mariano Rajoy, versaba sobre economía. Así, fue la portavoz popular, Soraya Sáenz de Santamaría, la encargada de sacar a la palestra el caso del Alakrana, en su pregunta a la vicepresidenta primera, Fernández de la Vega, que coordina el gabinete de crisis.
Con los marineros libres, la portavoz del PP no ahorró críticas al, su juicio, el "mayor fracaso político de toda su carrera", poniendo especial énfasis en el viaje a Argentina de De la Vega durante el secuestro.
Tampoco se cortó la vicepresidenta en su respuesta y tras reprochar al PP que intente sacar "rédito electoral" del caso pronunció unas palabras que retumbaron en el hemiciclo: "Todo vale para ustedes; si ahora hay que ponerse del lado de los piratas, pues también, porque todo vale, excepto ayudar a construir".
Aunque Rajoy no habló del Alakrana en el pleno, sí lo hizo fuera, y bien alto y fuerte. "Incompetencia, improvisación y soberbia", fueron los términos con los que resumió el papel el Gobierno.
Cuando no habían pasado 24 horas de la liberación, Rajoy no tuvo ni un sólo reconocimiento al Gobierno, y sí un aluvión de críticas que culminó con la petición de la reprobación de Fernández de la Vega y de los ministros de Defensa, Carme Chacón, y Justicia, Francisco Caamaño. No le valió que la vicepresidenta anunciara que va a dar explicaciones en el pleno, según él tiene que ser el propio Zapatero quien hable, como máximo responsable de una gestión que "antes, durante y después" del secuestro ha sido "pésima".
El gobierno sabía la fecha El Ejecutivo sabía "cuándo y cómo se iba a producir" la liberación, explicó el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Añadió que el traslado de los dos piratas detenidos "no puso en peligro nada" aunque hizo "más compleja la situación" y, respecto al informe de Defensa que lo desaconsejaba, señaló que él no lo vio y que no llegó a las manos del gabinete de crisis.
Por último, el coordinador federal de IU, Cayo Lara, apoyó ayer la gestión del Gobierno de España, así como "el silencio mantenido durante la negociación" porque, en su opinión, "con la transparencia en momentos determinados hay que tener mucho cuidado".