El mundo envejece. Esta es una realidad que cada día se hace más patente. Hay estudios que señalan que, en la Europa de 2060, uno de cada tres habitantes será mayor de 65 años. El descenso generalizado de la natalidad en todo el mundo y la mayor longevidad conllevan la inversión de la pirámide demográfica. Cada vez hay más personas mayores y menos jóvenes. En 2018, tal y como reveló la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se produjo un hecho insólito: por primera vez en la historia de la humanidad, las personas mayores de 65 años superaron en número a los/as menores de 5.

Los avances en el sector sanitario, farmacéutico, científico y tecnológico han hecho que la esperanza de vida haya mejorado en España en el último siglo a un ritmo de cuatro años por década o lo que es lo mismo, 10 horas cada día. Actualmente, los/as españoles viven un promedio de 82,14 años, una circunstancia que sitúa a España en la pugna por el podio mundial de la longevidad, siendo el cuarto país por detrás de Japón, Suiza y Singapur. Euskadi, por su parte, es la cuarta comunidad autónoma de España, tras Baleares, Navarra y Galicia, con la mayor esperanza de vida entre su población, fijada en 83,16 años. Las estadísticas del Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que la población total de personas mayores de 60 se habrá duplicado en 2050 respecto al año 2000. Es más, ya se apunta a que la longevidad humana seguirá experimentando progresos notables hasta probablemente superar los 120 años, la edad que es considerada mayoritariamente como el límite absoluto de la vida humana.

Según un estudio del centro de investigación Ageingnomics de la Fundación Mapfre titulado Ránking de territorios por la economía sénior 2021, que se basa en datos oficiales, entre ellos del Instituto Nacional de Estadística, tras Asturias, Castilla y León y Galicia, Euskadi cuenta con el mayor porcentaje de personas mayores de 55 años, lo que supone el 37,83 % de la población, es decir, 826.828 personas, superior al 33,37 % de la media nacional.

Existe también un indicador llamado esperanza de vida saludable, que mide los años de vida que se espera que vivan las personas con buena salud, que constata que nos hacemos mayores más saludablemente y lo haremos cada vez mejor. Como no todo el mundo envejece de la misma manera, hay diferencia entre este indicador y la esperanza de vida al nacer. En promedio mundial la esperanza de vida saludable supone 10 años menos que la esperanza de vida.

Silver economy

El aumento de la esperanza de vida ha colocado a los sénior en una posición de poder y ya se habla de la silver economy como la economía del futuro. La economía plateada incluye todas aquellas actividades económicas, productos y servicios destinados a satisfacer las necesidades de los mayores de 60 años y aglutina a sectores tan diversos como la salud, la banca, la automoción, la energía, la vivienda, las telecomunicaciones, el ocio y el turismo, entre otros.

La Comisión Europea prevé que la economía plateada contribuya a la creación de empleo y al valor agregado bruto (VAB) de la Unión Europea para 2025. La longevidad, lejos de suponer un problema, se concibe ahora como una oportunidad en diferentes frentes:

Silverización de los sectores: se crearán nuevos productos y servicios en el mercado adaptados a las necesidades de los mayores.

Se impulsarán nuevas profesiones: traerá consigo la creación de nuevos empleos y aparecerán nuevas carreras, por ejemplo, en lo relativo al cuidado de las personas de más edad

Inversión en planes estratégicos: el aumento de la economía sénior hará que las administraciones inviertan en soluciones que, por ejemplo, mejoren la atención sanitaria y la independencia de las personas mayores. n