La brecha digital aún persiste entre los países, las comunidades y personas cada vez más conectados y los que están menos conectados. Si la comunidad internacional quiere alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para 2030, hay que conseguir que todas las personas del mundo accedan y utilicen las tecnologías digitales y cerrar las brechas digitales, según Naciones Unidas.
Es importante que, en la medida de lo posible, se acerquen a la tecnología los mayores. En los centros cuentan con pizarras y tabletas digitales, que se pusieron de moda con la pandemia. "Desde las tabletas les ponemos Google Maps y les enseñamos cómo ha cambiado el pueblo o el lugar donde se criaron. Es increíble ver sus caras de asombro y felicidad. Ven cómo está todo y no se pueden creer que haya cambiado tanto", concluye, Gaizka Euba, experto en cuidados intergeneracionales.
Existen apps para la salud, seguridad y ocio de las personas mayores
Sin embargo, lo cierto es que seis de cada diez personas de 65 años o más de Euskadi no usaban Internet en 2020 y, aunque el porcentaje de los que sí lo utilizan ha aumentado 4,7 puntos respecto a 2019, la cifra se situó en el 42% en el primer trimestre del pasado año, según datos elaborados por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat.
Este estudio concluye que más de 1,5 millones de personas (1.551.600) de 15 años y más, son usuarias de Internet, el 82,6% del total de la población vasca. Por edades, el uso de la red disminuye con la edad, lo que evidencia el peso de la brecha digital en las personas mayores.
Redes sociales
Cada vez más personas mayores usan a diario las redes sociales. Han revolucionado las vidas de los jóvenes, y de los mayores, porque son canales de información, el medio para comunicarse desde cualquier parte del mundo, centros de ocio on line... Han sido de gran ayuda para mantener el contacto con familiares y amigos y mitigar la soledad durante el confinamiento y el distanciamiento social causado por la pandemia.
Son herramientas digitales en constante actualización pero fáciles de utilizar, y no entienden de edades, ni de nivel cultural. Cualquier persona que disponga de un dispositivo con conexión a Internet puede bucear en Twitter, Facebook, Instagram, Pinterest..., incluso las personas mayores novatas en el mundo social digital ya las han incluido en su día a día.
App
Cuando se trata de personas de edad, el ocio, pero sobre todo la salud y la seguridad, entran en juego. Existen aplicaciones para diferentes necesidades ofrecen múltiples posibilidades. Un ejemplo son las pulseras de actividad o cuentapasos que ofrecen resultados interesantes para la propia salud del usuario, como el número de pasos, las kilocalorías, la distancia recorrida, la actividad del sueño, el oxígeno en sangre, las pulsaciones€
Además, es importante ejercitar la mente. Los sudokus o crucigramas siempre han sido los pasatiempos estrella de las personas mayores, pero ahora también cuentan con versión digital. Algunas apps se dirigen al entrenamiento cerebral, como Lumosity o Cognifit, entre otros, con juegos de resolución de problemas, cálculo mental o coordinación. Y para controlar la toma de medicación existen aplicaciones gratuitas como los pastilleros electrónicos o Alarma de Medicina que todos los días fijará a la misma hora cuándo debe tomar la medicación.
Durante el confinamiento muchos descubrieron las videollamadas para relacionarse con sus familias, sobre todo para aquellas que se encontraban solas, en residencias... Y con respecto a la seguridad, el Botón del pánico, se activa y suena una sirena que ahuyenta a agresores o estafadores. También existe la posibilidad de compartir la ubicación. Por otro lado, para evitar la entrada de desconocidos al interior de sus hogares, el Door View Cam, es una mirilla electrónica que permite ver en alta definición, oír y hablar, y enviar los datos a cualquier dispositivo móvil. Son algunos ejemplos de la tecnología para el beneficio de los mayores.