¿Sabía que con ocho cajas de cereales se puede hacer un libro? ¿Y que 40 botellas de plástico pueden convertirse en un forro polar o que 80 latas de bebidas pueden transformarse en una llanta de bicicleta? El reciclaje se ha vuelto imprescindible para hacer frente a las miles de toneladas de basura que generamos cada día y que están dañando gravemente nuestro planeta.

Sin embargo, aunque ya han pasado años desde que empezamos a reciclar, aún existen dudas sobre lo que debe depositarse en los contenedores amarillo, verde, azul y orgánico, que son los principales que se encuentran en cada bario y a los que cada día bajamos la basura que generamos en nuestros hogares y que separamos en diferentes cubos y bolsas.

Pero antes de depositar cada objeto en su correspondiente contenedor es importante tener en cuenta que para que los objetos se puedan reciclar, deben estar limpios. Por ejemplo, las cajas de cartón de pizza no se pueden echar en el contenedor azul si tienen restos de comida, porque simplemente con manchas de grasa ya es imposible su reutilización. Lo mismo sucede con los frascos de vidrio que se depositan en el cubo verde; en este caso, hay que pasarlos por agua para limpiarlos.

Contenedor de restos

Este es el contenedor para todos aquellos residuos que no se reciclan y que además no son orgánicos. Es el caso de los juguetes (en caso de que se pueda, es recomendable donarlos a alguna organización), biberones, chupetes, utensilios de cocina, pañales, objetos cerámicos, compresas, toallitas húmedas, tiritas, tapones de corcho, cuchillas de afeitar, pelo, polvo, colillas€ Es decir, todo aquello que no puede ser reutilizado. Uno de los errores más comunes suele ser confundir la cerámica y la porcelana con el vidrio a la hora de reciclar, pero no tiene nada que ver.

Contenedor amarillo

Es uno de los que más dudas genera. En él debemos depositar botellas y envases de plástico, envases metálicos y briks. También el papel film y papel de aluminio, las bolsas de plástico (pero no las de basura), bandejas de corcho blanco o tubos de pasta de dientes. No deben depositarse, en cambio, juguetes de plástico, biberones y chupetes, utensilios de cocina y los cubos de plástico.

Contenedor azul

Este contenedor está destinado para papel y cartón exclusivamente. Los errores más comunes son con el brik, que va al contenedor amarillo, ya que está compuesto por cartón, plástico y aluminio. Además, los desechos diarios como servilletas de cocina o papeles sucios deben ir con los desechos orgánicos, ya que muchos llevan aceite y esto imposibilita el tratamiento del material.

Contenedor verde

Aquí hay que depositar botellas de vidrio, frascos de vidrio o tarros de alimentos (mermeladas, conservas). En este caso es muy importante diferenciar el vidrio del cristal, ya que al verde solo debe ir el vidrio. Los vasos, las copas o los espejos rotos son cristales, por lo que deben llevarse al Punto Limpio.

Las bombillas también pueden crear confusión y en ningún caso van al contenedor de vidrio, su destino es el Punto Limpio.

Punto Limpio

Hay tres tipos de Puntos Limpios: los fijos (son aquellos que se encuentran en zonas no centrales de los municipios), mini puntos limpios o puntos de barrio (se ubican en zonas más cercanas al usuario, para que puedan hacer mayor uso de ellos) y los puntos limpios móviles (son servicios dados por un vehículo de recogida con compartimentos para los distintos residuos, para ofrecer, normalmente, servicio a zonas pequeñas).

Hay que tener en cuenta que no todos los puntos limpios aceptan los mismos objetos, así que lo mejor es informarse en el ayuntamiento o en el punto limpio más cercano.

Los principales deshechos que se llevan a los puntos limpios son pilas, todo tipo de baterías, electrodomésticos, restos de pintura, aceites (tanto de cocina como de motor), halógenos o lamparas fluorescentes, muebles y objetos voluminosos, aerosoles y productos químicos, medicamentos, escombros, chatarra, colchones, termómetros, cápsulas de café, cartuchos de tinta o radiografías entre otras.

Hoy en día, en la mayoría de los municipios existen contenedores para depositar el aceite de cocina usado, las pilas, los CD o DVD, los aerosoles o las bombillas, pero en caso de que no sea así, estos objetos han de llevarse al punto limpio más cercano.

Contenedor blanco

Es el contenedor en el que se deposita el textil (ropa, zapatos y complementos), juguetes, libros, dispositivos electrónicos y pequeño electrodomésticos. El objetivo de este contenedor es reducir la generación de residuos y fomentar la reutilización de los productos.