El PSOE se ha comprometido a enviar tanques Leopard para combatir en Ucrania, lo que ha derivado en una nueva división en el seno del Gobierno.

El envío de tanques Leopard a Ucrania supone un salto cualitativo en este conflicto y en la implicación de aquellos países que van a aportar ese armamento. Vemos con preocupación que España se sume y sobre todo el hecho de que en la Unión Europea no hay ninguna iniciativa para buscar la paz. Este conflicto lleva casi un año y se habla mucho de armamento pero muy poco de paz. De hecho, las únicas iniciativas hacia la búsqueda de la paz vienen de países como Turquía o México, pero la UE no está demostrando ninguna capacidad de influir.

Desde su grupo abogan por la vía de la diplomacia y el diálogo.

Es un conflicto que está enquistado, es muy difícil pensar que una de las dos partes pueda realmente salir victoriosa y por eso creemos que es el momento de la paz, de las conversaciones, de la vía diplomática y de la búsqueda de una salida negociada a este conflicto.

También ha sido motivo de controversia el aumento del presupuesto en Defensa comprometido por Pedro Sánchez, que ha sido respaldado por el rey Felipe VI.

La monarquía está claramente posicionada en favor del aumento del gasto militar, lo dijo también en la Pascua Militar. Creemos que en el conflicto de Ucrania la única que se está beneficiando es la industria del armamento. Es una situación muy dolorosa para muchas personas y aumentar el gasto militar y el envío de armamento no va a ayudar a la pacificación sino al contrario.

En la recta final del año pasado, la acción legislativa del Gobierno español sufrió un acelerón. ¿Se va a retomar ese ritmo vertiginoso ahora que finaliza enero, un mes mayormente inhábil?

Este Gobierno está tomando muchas decisiones y se está avanzando en cuestiones sociales, ambientales, en el feminismo, la eutanasia... Esa actividad legislativa va a continuar hasta el final de la legislatura porque hay que seguir transformando este país a pesar de una derecha que se está convirtiendo en un lastre para la democracia.

De hecho, hay iniciativas que son santo y seña de Unidas Podemos como la Ley de Vivienda.

Hemos cumplido muchos de los acuerdos de gobierno y otros siguen pendientes, no solo la Ley de Vivienda, también la ley mordaza. Espero que haya voluntad política por parte del PSOE para culminarlos.

¿A qué achaca las reducciones de condenas tras la entrada en vigor de la ley del ‘solo sí es sí’? ¿Está a favor de modificar la misma?

Lo cierto es que en la mayor parte de los casos no se está produciendo esa revisión de las condenas, son solo una parte minoritaria. Se le está dando mucha trascendencia mediática pero no tiene tanta trascendencia social. La ley del solo sí es sí supone un avance considerable en los derechos de las mujeres y en la lucha contra la violencia de género. La crítica que se le pretende hacer es por parte de sectores que nunca han tenido la más mínima consideración hacia esos derechos.

El Tribunal Constitucional se renovó finalmente pero a costa de un tensionamiento extremo de las relaciones entre el poder legislativo y el judicial. ¿Cómo lo vivió?

Vivimos en una anormalidad democrática porque el PP tiene secuestrado el poder judicial y lleva más de cuatro años sin renovar el CGPJ. Un partido que se denomina constitucionalista está secuestrando, sin justificación ninguna, el poder judicial para condicionar todas las decisiones políticas que se vayan a tomar. Valoramos positivamente que se haya renovado el Constitucional, es un paso adelante en la normalización del poder judicial y esperamos que se culmine con la renovación del CGPJ.

La estrategia para atemperar las condenas a los líderes del ‘procés’ puede verse neutralizada por la acción de la Justicia. ¿Cómo ve la relación del Estado y Catalunya?

Hay un esfuerzo grande por parte del Gobierno de normalizar la situación de Catalunya, lo que pasa lógicamente por resolver la situación de los condenados por el procés. Creo que está dando resultados, en Catalunya hay mucha mayor paz social que cuando se produjo el referéndum del 1-O. No nos sorprende pero sí da la impresión de que, especialmente desde la derecha, hay un intento de que esta normalización no se produzca. Esperamos que esto no tenga mayor impacto.

El pasado martes se aprobó en el Congreso un nuevo decreto anticrisis, sin el apoyo del PP, Vox y C’s. ¿Ve algún resquicio para que estos partidos arrimen el hombro?

La derecha que se retrató en la foto de Colón no está por la labor ni siquiera de reconocer la legitimidad del Gobierno. Esto ya de por sí hace imposible que se hubiera podido contar con ellos en prácticamente toda la legislatura sobre ningún tema. Han intentado aprovechar incluso crisis muy extremas como la del covid para atacar al Gobierno, lo que no se ha producido en ningún otro país de Europa. Tenemos una derecha irresponsable que avanza a pasos agigantados hacia una extrema derecha más asimilable a la extrema derecha brasileña que a la derecha conservadora europea.

¿Tiene información de cuándo presentará Yolanda Díaz su candidatura a las elecciones generales al frente de Sumar?

Cuándo lo va a presentar solo lo sabe ella, lo que sí tenemos claro es que el proceso de Sumar va a ir hacia adelante y el proceso de unidad de la izquierda también. Apostamos claramente porque haya una única candidatura a la izquierda del PSOE, eso es clave para repetir el Gobierno de izquierdas en 2023. No nos preocupa tanto cuándo se vaya a anunciar porque de hecho va a ocurrir como que realmente cuando se haga esté todo el mundo.

Es la otra gran incógnita, la incorporación de Podemos en Sumar.

Desde luego para nosotros es fundamental que Podemos esté en ese proceso, hay que hacer todo el esfuerzo para que participe de este proyecto porque esa es la única manera de que sea exitoso.

¿Tenía que haber concurrido Sumar a las elecciones autonómicas y municipales de mayo?

No lo voy a juzgar porque no estoy en ese proceso pero sí creo que sería conveniente que Díaz anuncie cuanto antes su candidatura y que, aunque sus siglas no estén presentes, participe en la campaña electoral y en el impulso de este espacio.

¿Moverá Pedro Sánchez la fecha de las generales de diciembre?

Soy de los que piensan que no va a ocurrir entre otras cosas porque tenemos pendientes los seis meses de presidencia europea. Sánchez ha hecho un buen trabajo a nivel internacional y supongo que quiere terminar su mandato con la presidencia de la Unión Europea.

Defiende reeditar el Gobierno de coalición. ¿También con el apoyo de la mayoría de la investidura?

Cómo se concretan los gobiernos depende de la composición del Parlamento, es algo que está en nuestro ADN constitucional y por lo tanto dependerá de los votos. Sí creo que hay solo dos mayorías posibles, una es la derecha con la extrema derecha, que es una mayoría indeseable que supondría el retroceso en muchísimos derechos conseguidos; y una mayoría de izquierdas plural, que es lo que en este momento ofrece el Parlamento. Pero no solo porque sea la mayoría aritmética sino porque después de esta legislatura constituimos una mayoría social que puede hacer frente a esa derecha que nos está amenazando.

Las medidas contra el aborto del vicepresidente de Castilla y León, de Vox, ¿son un ejemplo claro de lo que podría suponer un triunfo de la derecha en las generales?

Lo que sería un gobierno de derechas lo estamos viendo en Castilla y León, y no solo con la propuesta del aborto, que ya de por sí ha sido escandalosa. Aquí mismo propusieron reabrir la central nuclear de Garoña, lo que no quiere ni la propia empresa propietaria y que es técnicamente inviable. Sin embargo, al Gobierno del PP y Vox en Castilla y León le ha dado igual ese pronunciamiento tan mayoritario.

¿Ha supuesto una decepción la figura de Alberto Núñez Feijóo?

Habrá supuesto una decepción para quien esperaba algo. Cuando el PP echó a Pablo Casado se hizo alrededor de la figura de Feijóo una imagen mediática de persona centrista, pero estamos viendo que quien manda es Ayuso. Por ejemplo, Feijóo propone que gobierne la lista más votada y quien reacciona es Ayuso diciendo que no es viable. El mandato de Feijóo es frágil, poco creíble y ni siquiera tiene apoyos internos, es un hombre de paja. Desde luego no es el hombre de centro que quiere hacernos creer con fichajes como el de Borja Sémper.

En el debate público está la instalación de centrales eólicas en localidades de Araba y Gipuzkoa.

Está fuera de toda sospecha que somos impulsores de las energías renovables pero creemos que hay que hacer las cosas bien. Eso pasa por una ordenación territorial adecuada y lo que hace el Gobierno Vasco es elegir en primer lugar las ubicaciones y luego se condiciona toda la legislación para justificarlas, lo contrario de lo que plantea la UE.

El proyecto del Gobierno español de crear un macrocentro internacional de refugiados de 350 plazas en Gasteiz ha enfrentado al PNV y el PSE. ¿Cuál es su postura?

Lo que nos preocupa de este debate es que puede generar un cierto rechazo del inmigrante, lo que es inaceptable. Las cosas tienen que hablarse de otra manera porque si no, puede tener un resultado contrario del que se pretende.

La última Cumbre del Clima tuvo lugar en noviembre en Egipto. Da la impresión de que nunca cubren las expectativas...

La lucha contra el cambio climático tiene que ser global y multilateral, debe haber un acuerdo internacional para reducir las emisiones. Defiendo que sigan existiendo estas cumbres climáticas pero cada vez son menos eficaces, en la próxima en Dubai está propuesto como presidente el responsable de una petrolera y eso es poner a la zorra al cuidado de las gallinas.