- El reciente cambio de postura del presidente español sobre cuál es la manera de poner fin al conflicto del Sáhara Occidental volvió a planear ayer sobre el Parlamento Vasco. Lo hizo de la mano del PP, que buscó retratar la posición del lehendakari toda vez que en el Gobierno que preside conviven “dos sensibilidades” diferentes en este tema: la del PSE, que acompaña a Pedro Sánchez en su giro hacia las tesis de Marruecos, y la de su partido, el PNV, que arremete con dureza contra lo que éste supone.
Para ser escrupuloso en el respeto a su papel como presidente de un Gobierno bipartito, a Urkullu le tocó hacer equilibrios. “La posición por la que me pregunta, la posición del lehendakari, es que vamos a seguir manteniendo el respeto y exigencia de cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas. Que vamos a seguir manteniendo el compromiso con la legalidad internacional emanada de estas resoluciones”, y la “ejemplar labor de apoyo y solidaridad al pueblo saharaui”, respondió sucinto.
El popular Carmelo Barrio le pidió entonces más concreción. “Quiero pedirle a usted, como lehendakari, que se implique algo más de lo que usted ha dicho. Que se implique en la exigencia de rectificación de la nueva postura del presidente del Gobierno”. “Marruecos no tiene la soberanía” para aplicar una autonomía. “Lo que plantea el presidente es una solución insoportable para territorios invadidos”, dijo Barrio. Y entonces, Urkullu cogió el bisturí. “Voy a seguir manteniendo que el pueblo saharaui merece y necesita una salida pacífica a un conflicto que dura ya demasiado tiempo de manera injustificada. Voy a seguir manteniendo que es preciso apoyar los esfuerzos de Naciones Unidas para lograr un acuerdo” que pase por respetar “el derecho a la libre determinación del pueblo saharaui a través de un referéndum”. “Me pregunta también por el Gobierno Vasco”. “El Gobierno Vasco comparte las iniciativas de Naciones Unidas para intentar facilitar un acuerdo entre Marruecos y el Frente polisario, con el objetivo de encontrar una solución al conflicto político en el Sáhara Occidental. Y también propiciar una solución justa, duradera y mutuamente aceptada por las partes”, zanjó.