- El presidente del Consejo Vasco de Participación de Víctimas del Terrorismo, José Luis de la Cuesta, planteó ayer a la presidenta y a los grupos del Parlamento Vasco la “conveniencia” de modificar la ley vasca de víctimas del terrorismo, “para su mejor adecuación a la nueva realidad y a las nuevas formas del terrorismo internacional”. Añadió que espera poder compartir con los grupos parlamentarios las reflexiones sobre el “pasado, presente y futuro” de esa norma durante un curso de verano de la UPV/EHU programado en septiembre.

El acto de ayer estaba enmarcado en la conmemoración el 11 de marzo del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo. El propio De la Cuesta explicó que este año no se celebrará esta jornada en Euskadi como consecuencia de la pandemia, y avanzó que ya están trabajando en el acto de 2023. El lehendakari Iñigo Urkullu sí estará presente mañana en un acto en Irún en el que se visualizará el “compromiso humanitario” de la CAV e Iparralde con la crisis migratoria actual.

En el acto de ayer en el Parlamento Vasco, el presidente del Consejo Vasco de Víctimas entregó a Tejeria el informe elaborado por este organismo sobre los pasos que considera necesario dar en materia de reconocimiento y reparación de las víctimas de ETA y de otros terrorismos como los GAL en diferentes ámbitos, entre ellos el educativo. El texto, que fue aprobado y presentado en público en marzo de 2021, apuesta por “plantear a los grupos del Parlamento Vasco el análisis y valoración de las posibilidades y conveniencia de modificación de la ley vasca de víctimas del terrorismo”.

En su repaso del informe, De la Cuesta manifestó que pone el “foco central” en las víctimas, tanto las de ETA y sus grupos afines, como las de los GAL o el Batallón Vasco Español. Denunció que la violencia ejercida por todos estos grupos generó “graves sufrimientos”, produciendo “unos hechos injustos que nunca debieron ocurrir y que merecen un rechazo rotundo”.

Advirtió además contra cualquier ejercicio de “instrumentalización” de unas determinadas violaciones de derechos humanos con el fin de “diluir o justificar” la existencia de otras vulneraciones, algo que resulta “injustificable”. El informe, según recordó, recoge propuestas sobre formas de reparación a los damnificados; la aportación educativa de las víctimas; los procesos individuales o colectivos de “reflexión crítica” acerca del pasado; y sobre las medidas para avanzar en el reconocimiento de que “toda acción violenta fue una injusticia”.

Subraya a su vez la necesidad de evitar formas de “revictimización” como las que suponen los homenajes públicos a miembros de ETA, los ongietorris, sobre los que afirmó que constituyen “un claro síntoma de anormalidad democrática”.

El documento contempla fórmulas para mejorar la reparación de las víctimas, “potenciando el derecho a la verdad y propugnando la señalización de los lugares en los que se han producido atentados”. Todo ello con el consentimiento de los propios damnificados y con un suficiente grado de consenso político. También aboga por expandir el programa de víctimas educadoras Adi-Adian a la universidad y a la FP.

Bakartxo Tejeria también realizó una intervención, en la que reafirmó el compromiso del Parlamento Vasco con el “apoyo y reconocimiento” a las víctimas, sobre cuyo sufrimiento dijo que “nunca debió ocurrir y no debe repetirse”. Concluyó que el respeto a la dignidad humana, a los derechos humanos, con la vida en primer lugar, “es siempre superior y anterior a cualquier causa, idea política o razón de Estado”.

“La violencia generó graves sufrimientos y unos hechos injustos”

Presidente del Consejo Vasco de Participación de Víctimas del Terrorismo