- De manera sincera o simulada, algo que solo el presidente español sabe, Pedro Sánchez recibió ayer entre sonrisas y como una opción descabellada la insinuación de que podría convocar un adelanto de las elecciones generales por la situación de debilidad del PP, una crisis que deja expedito al PSOE el espectro del centro político. En la conferencia ofrecida en Bruselas en el contexto de la cumbre Unión Europea-Unión Africana, el socialista aseguró que el gobierno está centrado en “trabajar y garantizar una legislatura importante”, marcada por las transformaciones y las reformas, y la gestión de los fondos europeos.
La cuestión se suscitó a preguntas de la prensa. Se le preguntó si no se ve tentado por convocar las elecciones ante la situación del PP. “¿Convocar elecciones? Bueno”, murmuraba Sánchez mientras apuntaba la pregunta, tras ahogar una leve risa, como si no estuviera seguro de haber oído bien o quisiera proyectar que la pregunta le tomaba por sorpresa. A partir de ahí, Sánchez aseguró que el Gobierno español está centrado en trabajar. El presidente rechazó también como una “insinuación malintencionada” que La Moncloa haya filtrado el presunto caso de Isabel Díaz Ayuso a Pablo Casado, y pidió a la formación popular que responda a las acusaciones sin desviar la atención. Los socialistas rechazan que todo se deba a una mano negra del Gobierno español para debilitar al PP.
Sánchez no quiso entrar a valorar la situación interna en el principal partido de la oposición “por responsabilidad institucional”, y defendió que su Ejecutivo está centrado en “resolver los problemas de los ciudadanos”, superar la pandemia y transformar el tejido con los fondos europeos.
Un adelanto electoral dejaría colgada la agenda vasca para completar las transferencias que recoge el Estatuto de Gernika. Y el PNV está dispuesto a seguir contribuyendo a la estabilidad si el PSOE cumple su parte del pacto de investidura. Quiere que la legislatura dure para encauzar los compromisos pendientes, y espera que los socialistas no sucumban a la tentación electoral porque engordarían a la ultraderecha de Vox, que vio aumentada de uno a 13 escaños su representación en Castilla y León tras las elecciones del domingo. Por otro lado, Sánchez podría aguantar para asumir la presidencia de turno europea en el segundo semestre de 2023, lo que lanzaría su campaña para las elecciones de finales de ese año. En cualquier caso, los socialistas se ven ahora en una situación de fortaleza (Mendia dijo ayer que en España solo queda el PSOE como proyecto de futuro). No obstante, seguiría dependiendo de sus socios vascos y catalanes.