- “La Catalunya entera que queremos construir incluye a todo el mundo”. Así arrancó ayer Pere Aragonès el discurso en el que reclamó al Gobierno español hechos para solucionar el conflicto catalán al tiempo que instó al mundo independentista a recoser sus relaciones para fortalecer la unidad de acción.

En una conferencia con motivo del primer aniversario de las elecciones del 14-F, donde el soberanismo rebasó el umbral del 50% de votos, el president advirtió a Pedro Sánchez de que si no da pasos para resolver el problema territorial que afecta a Catalunya “estará abriendo la puerta” a la llegada a La Moncloa de PP y Vox, “de la derecha con la extrema derecha”.

Desde el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC), en un cónclave que llevó por título Avancem (Avanzamos) y ante unos 400 asistentes, el jefe del Govern llamó también al Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos a “poner fin a la represión”, colocando sobre la mesa su propia “propuesta política” para “demostrar su compromiso democrático porque, de lo contrario, España se desliza hacia el autoritarismo”. “Nos vemos bloqueados por un Estado que es incapaz de ceder a los grandes consensos de la sociedad catalana”, lamentó Aragonès.

“Cada día somos más los que defendemos la independencia como medio para impulsar los grandes consensos que tenemos como país”, señaló, evocando los hitos del 9-N y el 1-O, y reconociendo que “las cosas se han empezado a mover”. Aludía a la concesión de los indultos y a la puesta en marcha de la mesa de diálogo, que confía en que pronto vuelva a reunirse.

“Todos los procesos de resolución de conflictos políticos son complejos y pasan por altibajos, por fases como la actual. Por eso estoy convencido de que la vamos a superar”, indicó, una postura que no comparten sus socios de Junts. Por ello, apeló a “favorecer cambios en la correlación de fuerzas que permitan fortalecer la posición catalana”, a una unidad estratégica que “obligue al Estado a moverse”. “La unidad de acción es incompatible con los reproches que no suman”, afeó el president tras los recientes desencuentros entre ERC, JxCat y la CUP.

“Nunca debemos confundir negociar con renunciar. Para conseguir la independencia sabemos que tarde o temprano deberemos pasar por un proceso de negociación. Por tanto, aprovechemos la oportunidad que ahora se nos abre, con toda la exigencia y con la máxima ambición”, recalcó el republicano. Para avanzar puso los ejemplos de Canadá y Quebec, que “se dotaron de unas reglas de juego, de una ley de claridad que determina el camino a seguir, ofreciendo seguridad a todas las partes”.

Instante en el que volvió a apuntar a socialistas y morados. “La izquierda española debe elegir si quiere completar la reforma democrática pendiente que incluye el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado y la existencia del derecho a decidir, o se limita a representar una izquierda conservadora, inmovilista y conformista, acomplejada ante la amenaza de la derecha de siempre”, argumentó. En este sentido, lanzó de nuevo un aviso: “Si la negociación no avanza es evidente que no nos podemos quedar de brazos cruzados”.

Aragonès hizo una férrea defensa de la inmersión lingüística como la herramienta “de éxito que garantiza que todos los niños del país son plurilingües. No hay ningún niño escolarizado en Catalunya que solo sepa catalán, lo que nos cohesiona como sociedad”. Asimismo, hizo referencia a la vocación europeísta y mediterránea de Catalunya y a que su Ejecutivo “no ha venido a gestionar sino a transformar, no somos una simple administración autonómica”.

“El catalanismo ha dejado de buscar cambiar a España para querer constituir un Estado independiente, apuesta ratificada en las urnas”, aseveró, en un apercibimiento al independentismo. “Dejemos de mirarnos de reojo, de competir para ver quién es más independentista, más de izquierdas. Nadie es más independentista que nadie. Ni los que hemos defendido la independencia en solitario durante décadas ni los que se han hecho independentista hoy”, zanjó Aragonès.

La CUP no asistió a la conferencia de Pere Aragonès y le exigió “que pase de las palabras a los hechos poniendo un horizonte claro hacia el referéndum y priorizando los intereses de la mayoría de la población”. Señaló que el Govern “no ha hecho suficientes pasos adelante para impulsar cambios sustanciales que supongan una ruptura con las políticas de la sociovergencia y que sigue estancado en un marco de pasividad ante el Gobierno del Estado”.

“La izquierda española debe elegir: reconocer el derecho a decidir o que el Estado español se deslice hacia el autoritarismo”

“Seguro que vamos a superar esta fase pero si la negociación no avanza, no nos podemos quedar de brazos cruzados”

“Dejemos de mirarnos de reojo, de competir entre nosotros para ver quién es más independentista”

President de la Generalitat