Con seguridad, la última intervención pública que protagonizaron juntos el ya exlíder del PP Alfonso Alonso y el entonces europarlamentario Carlos Iturgaiz tuvo lugar el 27 de noviembre de 2018 en un acto del Fórum Europa celebrado en Bilbao. Ante un selecto público, Alonso tenía la misión de pronunciar una conferencia sobre la situación política en general y las propuestas de su partido para mejorar el pequeño apocalipsis que dibujó. El dirigente popular vasco tuvo la ocurrencia de pedir a Iturgaiz que le precediese en el uso de la palabra, a modo de presentación. Una intervención al más puro estilo Iturgaiz que a buen seguro hizo que Alonso se arrepintiera de su invitación y que causó pasmo entre el público.

Tras detallar las cosas que Alonso le había sugerido que no contara -y que, evidentemente, contó-, Iturgaiz metió la pata otras tres veces en su breve intervención. Comenzó desvelando quién iba a ser el candidato del PP a diputado general de Araba -que los populares guardaban celosamente y que, lógicamente, la prensa contó al día siguiente-, continuó narrando cómo “un día por Madrid un señor” le pidió que le diera un abrazo de su parte a Alonso y que le respondió pasándole el número de teléfono del susodicho -“ya sé que te hice una faena y que es algo que no se tiene que hacer”, confesó- y concluyó afirmando que el líder vasco y su esposa llamaban a sus hijos por números: “Número uno, número dos, número tres y número cuatro”.

Al inicio de su discurso, Alonso, cuyo rostro había sido un poema, tuvo que aclarar con tono entre irónico y agrio cosas como que sus hijos “tienen nombre y los llamo por su nombre” o que “no le den nunca su teléfono a Iturgaiz, porque lo va dando por la calle y no sabes dónde puede terminar”.

La anécdota, sin duda, refleja la peculiar personalidad del flamante candidato a lehendakari del PP. En aquella conferencia, Iturgaiz dijo también algunas otras cosas. Por ejemplo: “Alfonso es mi amigo”, “hemos tenido vidas paralelas y formamos parte de una gran familia que es el PP vasco”, “Alfonso Alonso es el gran líder del centro derecha vasco”, “el muro de contención contra el nacionalismo”, “el gran referente y baluarte del constitucionalismo vasco en esta tierra” o “estoy encantado de que la batuta del PP esté en las manos de un gran líder como es Alfonso Alonso”.

Hoy, apuñalado el amado líder, Iturgaiz aparece como el mirlo blanco que, tras “abandonar la política”, va a recuperar las esencias del PP, aunque en realidad sean las de Vox.

Iturgaiz, huelga decirlo, no va a ser lehendakari -tampoco lo iba a ser Alonso-, aunque eso es lo de menos para Pablo Casado, al que le darán igual los resultados. Pero el candidato no le llega al dimitido líder popular ni para hacer del mal telonero que fue en el Fórum Europa. Allí donde Alonso despidió a Iturgaiz tras su nefasta intervención con un “yo también te aprecio mucho, Carlos”.