MADRID - Pedro Sánchez y Quim Torra lograron ayer cerrar la fecha de inicio de la mesa de negociación entre los gobiernos español y catalán y finalmente las dos delegaciones se reunirán el próximo miércoles 26 de febrero. Tras la negativa inicial del president de la Generalitat a reunirse dos días antes como lo habían anunciado desde Moncloa, al parecer sin haberlo consensuado con el dirigente catalán, ambos mandatarios se encontrarán la semana que viene en Moncloa, superando así la primera minicrisis de este foro antes incluso de que arranque.

El presidente del Gobierno español remitió ayer una carta a su homólogo catalán para comunicarle que acepta la fecha ofrecida desde el Palau de la Generalitat, después de que Torra alegara problemas de agenda para rechazar el encuentro el lunes día 24. El president censuró que la fecha no había sido consensuada y que había sido impuesta de manera “unilateral” por Moncloa.

Los dos presidentes han acompasado sus agendas y han desencallado lo que podía haber sido un mal comienzo de una de las claves de la legislatura tanto para el Gobierno español como para el independentismo catalán. En declaraciones a su llegada al Consejo Europeo extraordinario que comenzó ayer en Bruselas, Sánchez defendió empezar la mesa de negociación “con temas más fáciles de acordar” y abogó por hablar primero de las cosas en las que el Gobierno y la Generalitat puedan llegar a un acuerdo más fácil. “No vamos a empezar por las conclusiones sino por las cuestiones en las que podamos estar más de acuerdo las dos administraciones”, señaló el jefe del Gobierno”.

El presidente español consideró que en ambas partes deben ser “muy conscientes” de que va a ser una negociación “compleja y muy larga, muy prolongada en el tiempo”, porque habrá que abordar muchos temas que “se han ido anquilosando” durante años por la falta de diálogo entre las administraciones.

No quiso Sánchez confirmar si estará solo en la reunión constitutiva o en las que se celebren a continuación pero sí insistió en que va “con el mejor de los ánimos” a pesar de reconocer que será “muy difícil” por el contexto -preelectoral en Catalunya- y el “medio ambiente” que hay, en alusión implícita al rechazo de la derecha a este diálogo.

Por parte del Gobierno español, en la reunión estarán presentes, además de Sánchez, los vicepresidentes Carmen Calvo y Pablo Iglesias, y los ministros Salvador Illa, Carolina Darias y Manuel Castellls. El Govern no ha decidido aún con quiénes estará representados. Son seguros Torra y el vicepresident Pere Aragonès, quien ayer consideró “un paso importante” la celebración de la primera reunión de la mesa de diálogo y afirmó que la propuesta de la Generalitat se basará en un referéndum de independencia y una amnistía. “Lo que es importante no es tanto hablar de la mesa sino hablar en la mesa”, apostilló.