madrid - Tras años de discrepancias, llegó el divorcio. Teresa Rodríguez tira la toalla y abandona Podemos Andalucía dejando vía libre a Pablo Iglesias para que designe un nuevo coordinador proclive a sus tesis y tras las tensiones dentro de la corriente Anticapitalistas, de la que ella es destacada referente, por el pacto de coalición con el PSOE en Moncloa. La decisión fue consensuada entre ambos dirigentes en Madrid el pasado lunes con intención de que la salida no sea altisonante, dejando abierta la puerta a un nuevo encuentro electoral en el futuro. El equipo de la dirigente gaditana no presentará candidatura en la III Asamblea regional de la dirección morada que renovará sus órganos, aunque será la propia Rodríguez quien hoy a las 11.30 horas detalle las causas y consencuencias de su marcha.
Rodríguez llevaba semanas barruntando esta decisión y la comunicó ayer en una reunión que Podemos celebró en el Parlamento de Andalucía, aunque todo apunta a que seguirá en su escaño de la Cámara pese a que su compromiso es volver a su plaza de funcionaria al final de la legislatura. Mientras tanto, el objetivo de su equipo es convertirla en un espejo similar al que fue Iglesias cuando comenzó a salir en televisión antes de dar el salto a la política, probablemente con otras siglas y como referente del andalucismo. El principal reto que tendrán que afrontar son las relaciones con sus socios de Adelante Andalucía, ya que el entendimiento entre los dos grupos lleva meses erosionado debido a las diferencias sobre la idoneidad del Gobierno de coalición. Los de Iglesias y los de Rodríguez han optado por una voladura controlada para evitar un mayor desgarro a la marca morada, después de tres años de desencuentros internos. Está previsto que el secretario de Organización estatal, Alberto Rodríguez, salude de manera afable la renuncia de la dirigente gaditana a continuar en el cargo y que reconozca su aportación a la organización.
La salida de Teresa Rodríguez de la Ejecutiva en Podemos Andalucía cierra la crisis orgánica con la dirección estatal, pero abre la incertidumbre con sus socios de Adelante: IU. La coalición de izquierdas sigue formando parte de Unidas Podemos y sostiene que su acuerdo político es con la dirección de Podemos Andalucía, no con Rodríguez. “Contención con IU”, dijo uno de los presentes en la reunión de la Ejecutiva, que sugirió “pactar unas normas de convivencia” en el grupo parlamentario para evitar “un divorcio del copón”. “No quiero estar en un grupo que pacta a escondidas con el PSOE”, expresó otro dirigente morado en el encuentro para afear a los diputados de IU su interlocución con los socialistas, que ha aumentado en las últimas semanas. Adelante Andalucía cuenta con 17 diputados en el Parlamento, 11 de Podemos y los seis restantes de IU.
En la cumbre de ayer también hubo dirigentes que presentaron la salida no como un triunfo de Iglesias -al que llamaron de manera insistente como el coletas- sino como una decisión meditada y autónoma. Se enfrentaban dos conceptos distintos de lo que debe ser Podemos. El de Isabel Franco, apoyado por la dirección estatal de Iglesias, rechazaba la posibilidad de conceder autonomía a Podemos Andalucía, aunque acabó asumiendo Adelante Andalucía como la versión del sur de Unidas Podemos. El Podemos de Rodríguez quería ser confederal, tal y como apoya Anticapitalistas, la corriente a la que la gaditana ha pertenecido desde que salió de IU, y que cuenta también en su cuerda con Miguel Urbán.
El otro referente. Los Anticapitalistas se reforzaron en Andalucía con el triunfo de José María González ‘Kichi’, a la postre pareja sentimental de Teresa Rodríguez, al frente del Ayuntamiento de Cádiz, donde revalidó su cargo quedándose a un solo escaño de la mayoría absoluta. El propio Pablo Iglesias reconoció recientemente que es “evidente” que ambos quieren construir un partido progresista andalucista, algo que, a su juicio, es “legítimo”. Eso sí, Podemos seguirá estando en todos los territorios del Estado.