GASTEIZ - Las dificultades para que cuaje un acuerdo entre los socialistas, Elkarrekin Podemos y EH Bildu tras las elecciones autonómicas no provienen únicamente de las reservas que tiene el PSE a la hora de estrechar su relación con la izquierda abertzale por su discurso sobre ETA. El secretario general de Podemos Euskadi, Lander Martínez, ha dejado constancia esta semana del rechazo que le ha provocado el documento interno de EH Bildu, donde la coalición abertzale apuesta por reforzarse electoralmente arañando votos al partido morado, al que dedica críticas muy duras y tilda de aliado dócil del PNV. A Podemos le ha parecido un tono impropio para referirse a un partido con el que se pretende llegar a un acuerdo y, sobre todo, no le acaba de cuadrar que, si la izquierda abertzale busca verdaderamente que haya un pacto progresista, quiera debilitar a uno de los partidos que tienen que integrar ese pacto. Dentro del grupo parlamentario se habla ya de un “juego de suma cero” por parte de la izquierda aber-tzale. Martínez ha aclarado esta semana que, si se pretende que la izquierda logre la hegemonía frente al PNV, lo suyo sería buscar que toda la izquierda en su conjunto se refuerce para competir electoralmente con los jeltzales que, por otra parte, han mostrado una fortaleza y salud electoral que nadie discute.

La desconfianza de Podemos comenzó a forjarse hace unos meses, cuando el partido morado comenzó a virar hacia posiciones de mayor influencia en la comunidad autónoma y se embarcó en la negociación de los Presupuestos con el Gobierno Vasco. EH Bildu endureció su discurso acusando a Podemos de dar su apoyo gratis y menospreciando el aumento en la renta de garantía de ingresos y otros puntos arrancados por el partido morado y Equo en las conversaciones con el consejero Azpiazu. El documento de EH Bildu revelado por este periódico va en sintonía con esa estrategia de desgaste a Podemos, y su contenido ha reforzado la desconfianza de la dirección de Lander Martínez. Incluso la huelga general de ELA y LAB del pasado jueves se lee en la misma clave. El paro se ha convocado para pedir un aumento en las pensiones y el salario mínimo con el respaldo de EH Bildu, pero Podemos no se ha sumado a la protesta y no entiende que se lleve a cabo este marcaje cuando el Gobierno español de Pedro Sánchez y Unidas Podemos apenas ha tenido un puñado de días para comenzar su rodaje.

El parlamentario de Equo dentro de la coalición Elkarrekin Podemos, José Ramón Becerra, aseguró ayer en Radio Euskadi que la huelga es política y busca “desgastar a ciertas opciones de izquierda en favor de otras opciones de izquierda”. “Lo único que se hace es un trasvase de votos en la izquierda que es un juego de suma cero porque todas las opciones de izquierda son necesarias para revertir” las reformas más lesivas del PP, según defendió.

Elkarrekin Podemos, con la excepción de Ezker Anitza, sigue defendiendo su acuerdo presupuestario con Urkullu. En este escenario de competición electoral, el acuerdo a tres bandas en la Alcaldía socialista de Irun con EH Bildu y Elkarrekin Podemos es por ahora una excepción. La coalición abertzale y Podemos sí mantienen gobiernos conjuntos en varios municipios y se espera que no se vean afectados por la pugna.