Barcelona - Nueva noche sin disturbios ayer -al menos hasta el cierre de esta edición- en Catalunya. Se celebraron diversas movilizaciones, la más tensa en Lleida, en torno a un acto de Vox. Tras la finalización del acto, los asistentes abandonaron el lugar por una puerta lateral y los concentrados fuera del edificio lanzaron piedras contra el hotel, aunque finalmente los Mossos desplegados no tuvieron que actuar. Mientras Tsunami Democràtic lograba ayer su objetivo de convertir en trending topic mundial y número 1 el hashtag Spain sit and talk (España siéntate y habla), la principal convocatoria de protesta tenía lugar a última hora de la tarde, a iniciativa de los autodenominados Comites de Defensa de la República (CDR) ante la consejería de Interior en Barcelona, acto durante el que arrojaron globos llenos de pintura contra una furgoneta antidisturbios de los Mossos.
En la protesta, convocada para reclamar la dimisión del conseller de Interior, Miquel Buch, participaron unas 2.700 personas, según la Guardia Urbana de Barcelona. Poco después de las 20.30 horas, los propios CDR dieron por desconvocada la protesta a través de las redes sociales, aunque muchos manifestantes permanecieron en la zona y posteriormente se dirigieron a la Delegación del Gobierno. En algún momento, llegaron a cortar la Diagonal en la confluencia con Paseo de Gracia, pero sin que se registraran más incidentes.
Por otra parte, los Mossos detuvieron ayer por tentativa de homicidio a un manifestante acusado de lanzar el pasado miércoles material pirotécnico contra un helicóptero de la policía catalana.
El Colegio de Periodistas de Catalunya ha cifrado en 65 los profesionales heridos mientras trabajaban cubriendo las protestas. - Efe/E.P./DNA