MADRID. La expresidenta madrileña Esperanza Aguirre ha asegurado al juez de Púnica que no tenía responsabilidad económica, administrativa o contractual en el PP de Madrid porque no eran las funciones del presidente, y ha dicho que ella nombraba a sus cargos en la Comunidad pero que siempre lo consultaba con Mariano Rajoy.
De esta forma se ha desmarcado Aguirre de la presunta financiación ilegal del partido por la que está investigada, durante su declaración -que todavía continúa- ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón.
Según indican a Efe fuentes presentes en la misma, él mismo le ha preguntado si su puesto de presidenta del partido era meramente figurativo, momento en el que Aguirre ha echado mano de los estatutos del PP para dejar claro que no tenía funciones en materia económica o de contratación.
En tono irónico, la expresidenta ha criticado que las fiscales del caso se hayan "empeñado" en que Fundescam -fundación ligada al PP que el juez cree que contribuyó en el desvío de fondos-, era el "Watergate", cuando en realidad la misma fundación existía en otros partidos como el PSOE, Izquierda Unida y UPyD, según las fuentes.
Según la versión de Aguirre, era el exgerente Beltrán Gutiérrez -con quien apenas tenía relación- quien se encargaba de todo, y ha dicho no saber nada de la cláusula del 1 % para publicidad que se incluyó en numerosas adjudicaciones de consejerías madrileñas y que supuestamente servía para financiar irregularmente al partido.
De la reunión de 2004 en la que se presentó el logo de la Comunidad de Madrid "La suma de todos", Aguirre ha dicho que fue algo improvisado, ya de noche, que le pidieron que viese el logotipo que había diseñado un empresario y que al ver la presentación le gustó.
Pero el juez ha manifestado que no le cuadraba la explicación y ha ironizado si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, accedería si le dijesen que saliese de su despacho a ver a alguien que no conoce de nada para enseñarle un logotipo.
Según la investigación, en esa reunión supuestamente se dieron instrucciones para contratar al empresario Horacio Mercado y ayudar a desviar dinero al partido.
De sus más estrechos colaboradores, Ignacio González y Francisco Granados -ambos imputados-, Aguirre ha dicho que nombró al primero su vicepresidente porque confiaba en él, y al segundo secretario general del partido por su magnífica trayectoria y buen hacer, si bien ha precisado que nunca despachó con Granados sobre la empresa pública Arpegio ni sobre el plan Prisma, del que se investiga si también se desvió dinero.
Lo que no ha querido contestar -según las fuentes- ha sido el motivo por el que no cesó a Gutiérrez al ser condenado por las tarjetas Black o por qué le pidió que volviera cuando había dimitido, ni por el famoso 'Tamayazo' -deserción de dos diputados del PSOE que impidió a Simancas ser presidente de Madrid y que dio la Presidencia a Esperanza Aguirre-, negativa que ha causado cierta tensión con las fiscales.
Hasta ahora, uno de los momentos más distentidos del interrogatorio ha sido cuando le han preguntado sobre la empresa pública Mintra, a través de la cual supuestamente se desvío dinero.
Aguirre ha confesado que estaba "mosca", si bien el juez le ha pedido que aclarase dicho término, momento en el que la expresidenta se ha desdicho para señalar que ella era muy austera porque no quería hacer muchas estaciones de metro. A las fiscales no les ha convencido la explicación y han reiterado que ella había dicho explícitamente que estaba "mosca", según las fuentes.
"Retiro mosca", ha dicho Aguirre, pero el juez le ha dejado claro: "No puede retirar la palabra mosca porque está grabado".