Iñaki Esparza, catedrático de Derecho Procesal de la UPV/EHU, señala que “en el juicio una parte acusadora ha sustentado la dureza de las penas. La Fiscalía pedía rebelión y la Abogacía del Estado sedición. Desde la defensa, la absolución. Ante ello, el tribunal resuelve, y en base a los hechos que considera probados crea el tipo que considera conveniente”.
En el fallo se señala también a la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) como algo simbólico y sin valor. Según Esparza, el tribunal se podía haber ahorrado esta parte. “Es una sentencia que va a llevar tiempo estudiarla, analizarla y metabolizarla, pero creo que en ella hay valoraciones o juicios de valor que el tribunal hace y que se podía haber ahorrado perfectamente. Lo que ellos juzgan son los hechos probados. A partir de ahí, los juicios de valor son innecesarios”, asegura.
Sobre la violencia que se ejerció según el relato del fiscal y de Vox, que ha ejercido la acusación popular, Esparza cree que el tribunal no la ha encontrado. “No se ha podido probar. Lo que sí dice la sentencia es que ha habido momentos puntuales de violencia, pero de baja intensidad y que no era parte del proyecto. Para muchos juristas, más que violencia lo que hubo fue resistencia. En derecho todo es interpretable”, señala.
Sobre lo que va a ocurrir a partir de ahora, Esparza recuerda que la sentencia no contempla la petición de la Fiscalía para que los condenados no obtengan beneficios penitenciarios hasta cumplir la mitad de la pena. “Es lo que pedía el fiscal y ha sido rechazado. Significa que van a poder disfrutar de los beneficios desde que sea posible, pero no que van a estar en la calle a la vuelta de la esquina”, zanja. Para el catedrático de Derecho Procesal de la UPV/EHU “por delante queda el Constitucional y Europa. Hay mucho recorrido por delante”. - J. Núñez