BILBAO - Los coordinadores de los Comités de Defensa de la República (CDR) reconocieron ayer que no avalarían nunca el uso de “explosivos y poner en riesgo la vida de otras personas”, en referencia a la acusación de presunto terrorismo por la que siete miembros de la organización están en prisión. “En los términos en los que se ha basado este último montaje policial, que habla de explosivos y de poner en riesgo la vida de otras personas, en ningún caso el colectivo avalaría la acción. Esta es una de las bases fundamentales del movimiento”, aseguraron al diario Ara y a Catalunya Ràdio, recordando que sus acciones siempre se han “basado en la desobediencia civil no violenta” y que “no hay ningún cambio en este sentido”. “El relato de la violencia es una invención interesada de las instituciones del Estado”, zanjan desde los CDR. “Lo único que pretenden es manipular la agenda política catalana y desviar el foco de atención hacia cuestiones en las que el Estado quiere embarrar la legítima aspiración de la sociedad catalana de constituirse como una República”, argumentaron.
Interpelados sobre la vinculación de las siete personas en prisión preventiva acusadas de terrorismo, precisaron que “cualquier persona puede participar de las asambleas” aunque “desde ninguna se ha propuesto acciones que puedan ser susceptibles de ser terrorismo”. Negaron que haya un grupo interno llamado Equipo de Respuesta Táctica, que es el nombre que se atribuye al grupo de CDR que fue detenido por la Guardia Civil el 23 de septiembre. Sobre supuestas vinculaciones con Quim Torra y Carles Puigdemont, los portavoces de los CDR se mostraron “abiertos a interlocutar con cualquier actor”, algo que no implica en ningún caso una “subordinación” porque “los CDR no reciben instrucciones de nadie más que de sus asambleas locales”. - I. S. M.