Pamplona - Navarra Suma no contará con ningún apoyo ni para revertir la Ley de Reforma de la Administración Local, el conocido como mapa local, ni para volver a poner en marcha una ley de símbolos con código sancionador como la que se derogó la legislatura pasada. La coalición de derechas recibió ayer sendos informes del Gobierno de Navarra en el que el Ejecutivo se muestra inconforme con la tramitación de dos iniciativas legales de Navarra Suma a ese respecto, al considerarlas innecesarias o directamente carentes de fundamento como para revertir textos legales complejos que necesitan de periodos de adaptación. En realidad, el posicionamiento del Gobierno de Navarra no es determinante. El Ejecutivo no tiene capacidad de veto sobre el Parlamento, ni nada parecido. El trámite de las proposiciones de ley seguirá su curso normal, y si cuenta con apoyos suficientes saldrá adelante. Pero el posicionamiento desfavorable del Gobierno es casi definitivo a la hora de aventurar que Navarra Suma no será capaz de concitar ni un sólo voto más de los veinte que ya tiene en virtud de su representación, ya que con el no del Gobierno la coalición derechista también conoció el rechazo del arco parlamentario. También del PSN, que la pasada legislatura compartió posicionamiento en ambos temas con Navarra Suma pero que hoy, con responsabilidades de Gobierno, mantiene una prudencia institucional que le hizo afirmar, por boca de Ramón Alzórriz (PSN), que el acuerdo de Gobierno garantiza los símbolos de Navarra y que el mapa local está sometido a una prórroga para analizarlo bien y mejorar las carencias.

enfado de la derecha Es la misma línea que mantuvieron los informes del Gobierno. El primero, el referido a la ley de símbolos, es claro. “El acuerdo programático para una legislatura de convivencia, igualitaria, innovadora y progresista 2019-2023 establece un compromiso inequívoco con los símbolos propios de la Comunidad foral, por lo que su protección está plenamente garantizada”, se dice en el informe. Además, introducir un código sancionador como el que estaba vigente con UPN supondría un mayor desembolso económico en personal. Y en cuanto a la ley de mapa local, el Gobierno explica que se encuentra en plena prórroga para analizar a fondo la ley, su aplicación y sus puntos de mejora. Ha sido una ley costosísima, que ha tenido trabajando al departamento de Medio Ambiente durante dos años, y que el Gobierno cree que no se puede derogar sin más apenas unos meses después de su aprobación. “Es necesaria una prórroga para hacer posible un desarrollo normativo coherente y consensuado que vaya más allá de la mera derogación de la Ley Foral”, justifica el Gobierno.

Pues bien, Navarra Suma no asume el posicionamiento del Gobierno y Javier Esparza salió ayer en rueda de prensa a tachar de “ridículos” los informes, cuya redacción atribuyó al vicepresidente Remírez y no a ningún técnico. Ahí aprovechó para volver a meterse con el PSN, asegurando que son un chollo para EH Bildu y recriminándoles que han renunciado a sus “principios y valores” por “los sillones”.

“Los informes están en consonancia con el acuerdo programático”, resumió Alzórriz, quien pidió “tiempo” para el mapa local y “respeto” para los símbolos. Uxue Barkos, por parte de Geroa Bai, se quedó con que la iniciativa de la derecha es económicamente inviable, mientras que Bakartxo Ruiz, portavoz de EH Bildu, se quedó con los avances que hubo la legislatura pasada para acabar con una ley sancionadora. Mikel Buil, de Podemos, lamentó el “juego infecundo” de Navarra Suma y Marisa de Simón se remitió al pleno, que es donde se terminará votando.