VITORIA - La soledad política a la que se enfrentaba en Euskadi, así como el incendio que había provocado su propuesta en medios de comunicación de Madrid, han obligado a EH Bildu a retirar la controvertida iniciativa con la que pretendía que el Parlamento Vasco instara a Ciudadanos y Vox a no utilizar Euskadi en la campaña electoral para conseguir votos en España. La propuesta se interpretó como un intento de vetar la presencia de esos partidos en Euskadi y exigirles que no hagan campaña en suelo vasco, también en el caso del PP cuando los acompañara. La coalición abertzale anunció ayer en un comunicado que retira la propuesta con el argumento de que nunca fue su intención poner en entredicho la participación política de nadie, sino pedir que no se utilice la provocación como herramienta para conseguir votos. Aunque dedica buena parte de su nota a criticar que su propuesta haya sido “manipulada”, admite que le faltó “claridad” al redactarla. Por ello, admite su “error” y anuncia su retirada.

La propuesta había caldeado el ambiente en la derecha española. El PP de la CAV había tildado la iniciativa de “nazi” y la consideró una secuela de los asesinatos de ETA: la organización ya disuelta quería eliminar al PP matando a sus representantes, y ahora la izquierda abertzale querría vetarlos con esta propuesta. EH Bildu, además, corría el riesgo de provocar el efecto contrario al pretendido: que partidos como Vox consigan así protagonismo y decidan tener una mayor presencia en actos en Euskadi a modo de reacción, y se generen situaciones de tensión. EH Bildu no supo prever estas consecuencias y ayer rectificó al ver la polémica y que nadie, ni el PNV ni Podemos o el PSE, iban a apoyar su texto.

La proposición no de ley pedía al Parlamento que reclame a “los partidos políticos que apenas tienen apoyo social, político e institucional en Euskal Herria que no utilicen durante la campaña política el territorio vasco con el objetivo de obtener votos fuera de aquí, y que no tensionen la convivencia causando incidentes o momentos violentos”. La propuesta hacía referencia a la libertad de expresión, pero fue interpretada en muchos ámbitos como un intento de prohibir que la derecha española haga campaña en Euskadi por el cariz de la exposición de motivos de esa iniciativa. EH Bildu tenía en mente situaciones como las que se vivieron en Errenteria y Ugao con las visitas de Ciudadanos, que no aspiraba a obtener ningún tipo de representación por Euskadi pero que, sin embargo, quería recuperar la épica de Albert Rivera como azote de los nacionalistas vascos y catalanes tras varios meses de capa caída. Rivera, que además había estigmatizado Ugao al presentarla como un feudo de ETA, se marchó de Euskadi satisfecho con las voces que lo increparon. El PNV fue muy crítico con la estrategia de C’s, pero también reclamó a la izquierda abertzale que optara por ignorar esos actos y que no alimentara este círculo vicioso provocando escenas de tensión que den protagonismo a estos partidos en los telediarios estatales. La propuesta de EH Bildu en el Parlamento le parece que se pasa de frenada.

EH Bildu argumenta que planteó una proposición no de ley “cuyo contenido ha sido obviado, cuando no manipulado, por aquellos sectores políticos y mediáticos que comparten una estrategia de crispación y enfrentamiento que la inmensa mayoría de la sociedad vasca rechaza”. “Nuestro objetivo nunca ha sido poner en entredicho el derecho a la participación política en nuestro pueblo. La discusión quería ser y es otra: la instrumentalización de la provocación para buscar réditos electorales, como ocurrió en la campaña electoral del 28 de abril en municipios como Errenteria-Orereta y Altsasu”, defiende.

Dice que “a nadie se le oculta que el contexto electoral favorece una dinámica interesada para la manipulación”. Es en el tercer punto del comunicado donde reconoce su “error”. Asegura que “quiere mostrarse frente a su pueblo como una organización política que también es capaz de rectificar y reconocer sus errores”, y que “por el contexto elegido y por la falta de claridad de la iniciativa, esta ha sido un error que debíamos subsanar”. “EH Bildu cumple lo que dice y reconoce sus errores cuando los comete”, sostiene. A partir de ahí, dice que las elecciones “son el marco en el que, desde el respeto a la libertad de expresión y de organización política de todos, se deben derrotar las tesis autoritarias y recentralizadoras”.

tras el estatus Es la segunda rectificación de calado de EH Bildu en sede parlamentaria después del enredo a cuenta del nuevo estatus, donde anunció su propio articulado y, ante las críticas unánimes, matizó que no lo haría público y sería solo una herramienta de trabajo para los juristas.