barcelona - Como manda la tradición, el PNV quiso trasladar ayer su solidaridad a los soberanistas catalanes durante la celebración de la Diada, y lo hizo en un momento de preocupación por las consecuencias que puede tener la sentencia en contra del procés, tanto a nivel personal para los investigados, como a nivel político con un retorno a la confrontación. El presidente de la ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar, pidió al Tribunal Supremo que eche el freno con una “sentencia amable y justa” que deje en libertad a los encarcelados y que propicie el clima necesario para una solución dialogada entre Catalunya y el Estado. El PNV siempre ha defendido que el referéndum del 1 de octubre no tendría que haber acabado en los tribunales, y que la solución a los problemas políticos debe ser política. Ayer pidió una sentencia amable que propicie un clima de diálogo, unas palabras que llegan precisamente cuando se especula con que el Govern impulse la desobediencia, y con la Fiscalía del Estado lanzando mensajes de advertencia para que se cumpla lo que diga el Supremo.

Ortuzar realizó estas declaraciones tras participar junto al burukide Joseba Aurrekoetxea en la ofrenda floral a Rafael Casanova en Barcelona, con representantes del PDeCAT como su presidente David Bonvehí y el expresident catalán Artur Mas, ambos adalides de la vía más pragmática. Nada quiso comentar el PNV sobre la agenda privada de Ortuzar, que se mantuvo en contacto con los agentes soberanistas aprovechando su viaje a Catalunya. El PNV volvió a limitar su presencia al acto en el Fossar de les Moreres y la ofrenda a Casanova, y no envió representación oficial a la manifestación. El president Torra, por su parte, realizó sus propios actos dentro de la agenda institucional de la Generalitat, que va por otro cauce.

Ortuzar pidió una sentencia justa que contribuya a crear un clima para “el diálogo, la negociación y el acuerdo”. “Y, para eso, creemos que lo más conveniente y lo más justo es que los acusados y acusadas queden en libertad. Una sentencia en esta línea ayudaría a desandar muchos kilómetros de camino mal andado”, defendió. El jeltzale añadió que la solución al problema catalán “no va a venir con sentencias de los tribunales españoles”. “Tiene que venir del acuerdo, de la negociación democrática y del respeto a la voluntad de la ciudadanía catalana. No sé si hay sentencias amables pero, si la del procés lo fuera, ayudaría a restañar heridas y, sobre todo, pondría en la calle a personas que son un activo para el proceso y para el buen fin de la cuestión catalana y que ahora, estando en la cárcel, no pueden trabajar en favor de esa solución”, dijo.

respeto El PNV fue consecuente con su posición de que el referéndum nunca tendría que haber llegado al Supremo. Por ello, Ortuzar se centró en pedir al tribunal una sentencia justa que propicie un clima de diálogo, en lugar de las elevadas penas por rebelión o por sedición que están sobrevolando. La sentencia, además, es la clave y puede provocar un efecto mariposa con incidencia en Catalunya y todo el Estado, con llamamientos de Torra a la desobediencia, y de la Fiscalía a acatar la sentencia. Ortuzar no realizó ningún llamamiento a los soberanistas. Solo deseó una sentencia justa. Están acusados, entre otros, el exvicepresident Oriol Junqueras, de ERC; los exconsellers Rull y Turull por parte de JxCat, y los líderes sociales del independentismo, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Ortuzar quiso mostrar su “respeto y solidaridad” encabezando al máximo nivel la comitiva jeltzale, que completó también Gorka Mostajo por parte de EGI, las juventudes jeltzales.