gasteiz - La dirección estatal de Pablo Casado ha vuelto a poner en apuros a los populares vascos con su apuesta por extender por todo el mapa una coalición con Ciudadanos y Vox para una hipotética repetición de las elecciones generales. El planteamiento llega precisamente en el momento en que las filas de Alfonso Alonso tratan de forjarse una personalidad propia que les devuelva cierta centralidad política en torno a la idea de la foralidad y el Concierto Económico, en lugar de escorarse hacia C’s o, muy en especial, hacia la ultraderecha de Vox y sus discursos más extremos contra el autogobierno y en materia social. C’s y Vox, sin representación en la comunidad autónoma, restan más que suman en un territorio donde su rechazo al Concierto Económico no tiene predicamento. Por ello, el PP de la CAV ha recibido con prevenciones y cautelas la idea de la coalición y se distancia de ella. Se cierra en banda a una alianza con Vox y, aunque no es tan categórico en el caso de C’s porque el propio Alonso intentó en el pasado una alianza electoral, sí pone como línea roja la defensa del Concierto y deja ver que la fórmula no despierta entusiasmo.
Alonso cerró ayer la puerta a Vox en La Sexta, puso condiciones a C’s, y aclaró que lo que le gusta son las siglas del PP. Fuentes de los populares vascos consultadas añadieron que no se oponen en términos generales a España Suma y creen que el PP puede aglutinar otras sensibilidades, pero siempre en torno a su proyecto y estudiando la suma territorio a territorio. En la CAV, se traduce en poner como condición a C’s que respete el Concierto. En el caso de Vox, se descarta de manera tajante la alianza. Algunas voces en C’s están por la labor de coaligarse con el PP vasco ante su ausencia de representación institucional, pero no está claro qué aporta a los populares, que parecen preferir no tanto una coalición, sino que sus votantes apoyen al PP como el único con opciones reales. Una coalición de estas características, con C’s o Vox, podría tener un coste importante en puertas de las elecciones autonómicas del año que viene.
España Suma, que sigue la estela de la coalición con C’s y UPN en Nafarroa, es poco más que un globo sonda porque está condicionada a que el socialista Pedro Sánchez no amarre los apoyos necesarios para ser investido como presidente español el próximo mes y se repitan las elecciones generales el 10 de noviembre. Y C’s y Vox volvieron a deslizar ayer que prefieren acudir por separado para confrontar proyectos. Pero el PP ha registrado España Suma como marca electoral, también con franquicias autonómicas como País Vasco Suma.
El debate está servido y está agrietando otra vez las costuras del PP, porque las direcciones menos casadistas, la vasca y la gallega de Feijóo, creen que no aporta nada. Este asunto reaviva las discrepancias de fondo sobre la normalización de Vox como socio tras el ascenso de Casado. En el caso vasco, donde el partido apoyó de manera muy mayoritaria a Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias, llueve sobre mojado. El ataque de Casado contra las transferencias que recoge el Estatuto y sus insinuaciones sobre la prevalencia de las fuerzas de seguridad estatales sobre la Ertzain-tza y los Mossos hicieron mucho daño al PP en suelo vasco en el último ciclo electoral. Quedó borrado del Congreso y del Senado y no tuvo ninguna baza para disputarle el voto al PNV.
fanjul avala la fórmula Tras su hundimiento, el PP de la CAV afrontará una convención los días 13 y 14 de septiembre. Lleva semanas deslizando que quiere una voz propia y cierta autonomía en el discurso. En este contexto ha caído como un misil España Suma. El debate lo ha espoleado dentro de las propias filas vascas la cabeza de lista por Bizkaia al Congreso, Beatriz Fanjul, una de las pocas fieles de Casado. En un artículo publicado ayer en El Mundo, cree que el PP se ha quedado sin votantes en Euskadi y que “País Vasco Suma podría corregir esa tendencia”.
Alonso dejó ver que prefiere presentarse con el cartel del PP. No fue tan categórico al referirse a C’s porque puede haber puntos de “convergencia” y en las municipales él mismo intentó que sumaran fuerzas, pero con la “línea roja” del respeto al Concierto. Por ello, podría haber opciones de que C’s firme aquí un documento sobre el Concierto similar al que firmó en Nafarroa. Pero no dejó un solo resquicio a Vox. “Yo no iría nunca con Vox porque está en contra de la foralidad, del Concierto Económico y de la España de las Autonomías y, por tanto, está en contra del ideario del PP”, zanjó. Además, se desprendió que su preferencia es acudir sin esconder las siglas. “A mí me gusta el PP”, dijo, para pedir después una reflexión por territorios: “Será conveniente en algunos lugares, pero en otros no”.