Vitoria-Gasteiz - El presidente español en funciones, Pedro Sánchez, sigue sin cerrar una fecha para reunirse con el líder del PNV, Andoni Ortuzar, en Bilbao con el fin de recabar su apoyo de cara a una nueva investidura. A principios de agosto el PSOE anunció que Sánchez pretendía mantener un encuentro con Ortuzar en Sabin Etxea en la semana del 19 de agosto, en plena Aste Nagusia, después de reincorporarse al trabajo tras sus vacaciones. La reunión se enmarca en la ronda de contactos de cara a lograr una mayoría que le permita su investidura y que evite la repetición de elecciones.
Sin embargo, fuentes de la dirección del PNV aseguraron ayer a DNA que Pedro Sánchez no ha llamado “en ningún momento” a Andoni Ortuzar para concertar una reunión. La formación jeltzale, que se abstuvo en la fallida investidura de julio, reitera que está “dispuesta” a reunirse con el socialista “cuando él lo considere oportuno”. “Estamos a la espera tranquilamente, ellos son los que marcan los tiempos”, señalaron esas fuentes, que abogan por negociar cuanto antes. “Cuanto antes nos sentemos mejor, pero no ha habido ningún contacto y no hay nada fijado”, agregaron.
Por parte del PSOE, fuentes socialistas trasladaron a Europa Press que, aunque Pedro Sánchez no ha cerrado todavía una fecha para el encuentro con el presidente del EBB, su intención es que se celebre la cita. Agregaron que ésta no será, en todo caso, el próximo lunes, lo que no pudo ser confirmado desde el PNV, dada la total ausencia de contactos a este respecto.
En lo que a las formaciones políticas se refiere, Pedro Sánchez solo se ha reunido con representantes de Compromís a principios de agosto. Durante su visita a Valencia, también se citó con el presidente de la comunidad, Ximo Puig. El PNV se ha mostrado a favor de que se intente un acuerdo que propicie la reelección de Sánchez antes de que se convoquen elecciones de forma automática a partir del 23 de septiembre, y en contra de la repetición de comicios. El portavoz del Grupo Vasco en el Congreso, Aitor Esteban, afirmó tras la investidura fallida que unas nuevas elecciones serían “una barbaridad” por el riesgo que supondría de que un tripartito de derechas pudiera cuajar. También el lehendakari Iñigo Urkullu ha realizado llamamientos al “diálogo con vocación de acuerdo”. - DNA