Pamplona - La mesa política de EH Bildu en Navarra apuesta por facilitar la investidura de María Chivite “con las abstenciones que sean necesarias”, lo que implica que el grupo parlamentario podría dividir sus votos y dar solo los imprescindibles para garantizar el Gobierno. No obstante, la dirección del partido deja en manos de sus bases la decisión final mediante una consulta vinculante que tendrá lugar previsiblemente este martes, y en la que se podrá votar tanto de forma presencial en los locales habilitados por el partido como por internet. La pregunta será “clara y concreta”.

Lo anunció la propia formación ayer en un comunicado en el que subraya que facilitar un Gobierno de coalición en minoría de PSN, Geroa Bai y Podemos evitará “la recomposición del régimen tal y como lo hemos conocido”, y dotará a EH Bildu de “la capacidad para condicionar e incidir en las políticas del Gobierno”. Porque, subraya la formación, el Ejecutivo de Chivite necesitará sus votos “en cada una de las cuestiones que quiera sacar adelante a lo largo de la legislatura”. “Eso nos daría capacidad de incidir y de inclinar la balanza en algunos temas”, subraya EH Bildu, que avanza que en ese caso “asumirá el papel de oposición sin ningún compromiso respecto al Gobierno”. Lo que le otorga “la posibilidad de marcar perfil propio y afianzar la referencia de alternativa de izquierdas”.

EH Bildu hace pública su posición unas horas después de que PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E cerraran el acuerdo de gobierno y su composición, y apenas cuatro días antes de que se lleve a cabo el pleno de investidura, previsto para el jueves y viernes de la próxima semana. Y aunque los dos últimos meses sus portavoces han sido muy críticos con su exclusión de las negociaciones, la dirección finalmente apuesta por no bloquear la formación del Gobierno ante las posibles alternativas: un gobierno Navarra Suma o un adelanto electoral.

Labor de pedagogía La decisión en cualquier caso queda en manos de las bases de la formación abertzale. Unos 1.700 inscritos en la base digital del partido con derecho a voto que no solo van a determinar la posición de su partido, sino también el rumbo político de Navarra para los próximos años. Y el resultado hoy no está nada claro.

Hay un malestar evidente en las filas de EH Bildu, donde se ha sentido como una humillación la actitud de veto que ha impuesto el PSN durante todas las negociaciones, negándose incluso a dialogar con el partido. Un formalismo habitual en las instituciones, donde socialistas y EH Bildu tiene relaciones normalizadas sin mayor dificultad. También en Navarra los últimos cuatro años.

El rechazo todavía es mayor en aquellos municipios donde los socialistas han facilitado con su abstención las alcaldías a Navarra Suma en detrimento de la formación abertzale, algo de lo que incluso hacen gala algunos líderes del partido en Madrid, donde no han dudado en subrayar que gracias a los socialistas gobierna la derecha. La imagen de Maite Esporrín la noche electoral cantando Agur Asiron todavía está presente en muchas retinas.

Así se ha dejado constar en las asambleas locales y comarcales que EH Bildu ha organizado los últimos días. Miembros de la mesa política de la formación han celebrado encuentros en distintas localidades de Navarra con la afiliación para explicar la situación política y escuchar el sentir de las bases. Un debate que se mantiene abierto a día de hoy, por lo que nadie en EH Bildu se atreve a predecir el resulta final de un proceso que además se va a desarrollar de forma telemática, lo que le añade mayor incertidumbre

Los argumentos Ante el calado de la decisión, la dirección del partido ha optado por fijar una posición política previa a modo de orientación. Y aunque asume que se trata de una “decisión compleja” en la que “todos los escenarios posibles tienen riesgos y aspectos favorables”, finalmente se ha optado por la abstención como mal menor. Así se ha trasladado en las asambleas celebradas esta semana, y también en una circular interna que ha remitido a todos sus afiliados explicando el contexto político y argumentando los motivos de la abstención.

Descartada la opción de votar a favor de un acuerdo en cuya elaboración no han podido participar, la dirección de EH Bildu explica que tanto la abstención como el voto en contra suponen que el partido no adquiere “ningún compromiso ni con el Gobierno ni con el preacuerdo programático”. Y que en ambos escenarios EH Bildu mantendrá su capacidad de acción política.

Considera sin embargo que “el peor escenario” posible será una “recomposición del Régimen”, en referencia a los gobiernos de UPN, y apuesta por “cerrar el camino a esa posibilidad”. Asume, como se ha trasladado en algunas asambleas, que vista la posición del PSN un Gobierno con Navarra Suma “tendría poco recorrido y mucho desgaste para el PSN”. Pero advierte de que “el riesgo de que el Régimen se asiente de nuevo sería enorme”, lo que sería “muy perjudicial para la ciudadanía navarra, nuestro proyecto político y, en general, para el propio proceso”. Y ante quienes defienden forzar una repetición electoral, replica que no ven “elemento objetivo alguno” que haga pensar que en caso de repetición electoral las condiciones vayan a ser “mejores”.

Aboga por ello por facilitar el Gobierno de coalición entre PSN, Geroa Bai y Podemos, dado que supondría “enviar de nuevo la derecha a la oposición”. Algo que desde un punto de vista “estratégico” considera “muy importante”. “UPN es un partido del sistema y necesita poder institucional para reproducir su poder-hegemonía. Por eso, de quedarse UPN otra vez en la oposición, es bastante previsible que se debilite”, justifica.

Facilitar el Gobierno, supone además a juicio de la dirección de EH Bildu mantener algunas de las políticas de la legislatura del cambio. Y aunque cuestiona el acuerdo programático por “ambiguo”, subraya que en todo caso el nuevo Gobierno necesitaría sus votos, “a lo largo de toda la legislatura”. “Eso nos daría capacidad de incidir y de inclinar la balanza en algunos temas, condicionando la acción de gobierno”, explica la formación a sus bases. Un escenario en el que EH Bildu “se quedaría en la oposición, sin ningún compromiso con respecto a ese Gobierno y con las manos libres”, lo que le permitiría “marcar perfil propio y afianzar la referencia de la alternativa de izquierda”.