madrid - El líder de Vox, Santiago Abascal, rechazó ayer cualquier apoyo a un Gobierno presidido por Pedro Sánchez junto con “golpistas, comunistas, proetarras y chavistas” que prosiga con lo que definió como “disparatada agenda de ingeniería social y dictadura progre”, todos ellos “enemigos de la nación española”.

En su estreno en la tribuna de oradores del Congreso, Abascal agradeció que el candidato del PSOE les “excluyera” de la ronda de contactos -“así nos ahorraba la hipocresía”, dijo- y descartó respaldar una “abstención patriótica” para evitar que tenga que formar Gobierno con Unidas Podemos y los partidos independentistas catalanes.

El dirigente de ultraderecha comenzó recordando que entró en política para defender a su padre, dirigente del PP en Euskadi amenazado por ETA. Volvió a reclamar el contenido íntegro de las actas de la negociación entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la banda, y censuró que se entrevistara a Arnaldo Otegi en RTVE. “Más allá de pactos secretos, abandonen toda esperanza: nunca lograrán sus objetivos políticos y criminales”, señaló. Criticó a su vez a las “voceras del feminismo” recordando que Vox representa a “muchas mujeres y homosexuales”, todos ellos contrarios a que se implante lo que calificó como “tenebrosa ideología totalitaria”.

Pedro Sánchez utilizó sus respuestas para arremeter contra Pablo Casado y Albert Rivera por los acuerdos que han alcanzado con Vox. Saludó que la representación de la ultraderecha sea menor que en otros países europeos, pero subrayó que el “problema es la irresponsabilidad” de PP y C’s por permitir que “influya decisivamente en gobiernos autonómicos y municipales”. - E.P.