MADRID. "Me apena mucho que después de 40 años el aparato policial esté sin depurar. Espero que se haga memoria y Justicia", ha recalcado a las puertas de esta sede judicial Francisco Rodríguez Veloso, quien sufrió torturas durante una semana tras ser detenido por ser militante de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO).
Según el relato, Rodríguez Veloso fue detenido el 13 de septiembre de 1978 en Orense por su militancia. De ahí fue trasladado a Santiago de Compostela donde permaneció una semana detenido. En ambas comisarías, según el querellante, fue sometido a "torturas reiteradas y sistemáticas".
Veloso ha destacado que la presentación de la querella le trae malos recuerdos de lo que le hicieron durante una semana. Esta persona sigue recibiendo medallas y celebraciones. El aparato policial sigue ahí y está sin depurar", ha recalcado.
Jacinto Lara, abogado de la Coordinadora estatal de Apoyo a la Querella Argentina, ha puesto de relieve que las torturas se cometieron en un contexto porque están dentro de "una práctica sistemática" a todos los detenidos por motivos políticos. "Era una práctica común para extraer información de las organizaciones a las que pertenecían", ha reseñado.
Además, ha subrayado que este caso es de septiembre de 1978 después de la Ley de Amnistía de 1977, lo que demuestra que las torturas continuaban funcionando.
La última de las querellas se presentó el pasado 5 de julio a manos de cinco represaliados por el franquismo contra sus supuestos torturadores, entre ellos González Pacheco por delitos de lesa humanidad.
Se trataba de una querella conjunta contra miembros de la Brigada Información Social que actuaba desde la Dirección de Seguridad de Madrid "para destacar que la represión del régimen franquista se dirigió contra toda la población española que pretendía lograr el advenimiento de la democracia".