Madrid - La patronal española entró ayer en el debate de la investidura, y lo hizo con un planteamiento que puede causar sorpresa en una entidad que suele decantarse por los escenarios de certidumbre política para beneficiar el crecimiento económico. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, no vio con malos ojos una repetición de las elecciones generales si de ellas sale una mayoría más estable, en alusión a la victoria contundente que augura el CIS para el PSOE. Desde que se celebraron las elecciones de abril, Garamendi ha dejado ver su preferencia por un pacto entre los socialistas y Ciudadanos, y ahora parece dar por buena una repetición electoral para crear un gobierno estable a más largo plazo, en lugar de un gobierno inestable que se forme “a corto plazo”. No concretó, pero no es un secreto que le parece una fórmula precaria el pacto con Podemos y la abstención de ERC. Garamendi ya dijo hace unas semanas que, aunque mantendría una relación normal con cualquier gobierno, su preferencia era un ejecutivo monocolor o formado por dos partidos “estables”, en referencia al PSOE y C’s.

Puede parecer un oxímoron augurar una mayor estabilidad con una repetición de las elecciones, porque los comicios nunca se han visto como un factor de estabilidad y prolongarán el gobierno en funciones hasta finales de año, porque los comicios serían el 10 de noviembre. El propio Garamendi había dicho hace unos días que, si el Gobierno se conformara “antes de octubre”, no habría ningún problema ni repercusión sobre el crecimiento económico. Con las elecciones, el plazo se superaría con creces. Prolongar los gobiernos en funciones nunca se ha visto como una opción aconsejable porque se limitan a la gestión de lo ordinario sin poder tomar decisiones políticas de entidad. Todo ello, con el agravante de que este año se encadenarían tres convocatorias electorales: las generales de abril; las municipales, forales y europeas de mayo, y la repetición de noviembre. Las declaraciones de Garamendi chocan también con la petición del lehendakari para que haya cuanto antes un interlocutor estable en Madrid con el que tratar la agenda vasca. El PNV también quiere iniciar la legislatura.

Pero ayer Garamendi aseguró que no ve mal la repetición de las elecciones en noviembre si propician una mayor estabilidad. “Las encuestas dicen que, si hay elecciones en noviembre, algún partido tendría más escaños y tendríamos un país más tranquilo. Pues igual es mejor esperar a noviembre”, dejó caer. Al término de la Asamblea anual de la patronal, no quiso entrar en las dificultades para formar gobierno, pero deslizó que, “si no hay otra posibilidad, habrá que aceptar otras elecciones en noviembre”.

En este contexto, UGT y CCOO urgieron a formar gobierno. Pepe Álvarez vería “lamentable e indigno” que la izquierda no acordara, y Unai Sordo pidió hablar de programa y no solo de gobierno.