Barcelona - “No sé cuántas veces hay que repetirlo. No existe ninguna posibilidad constitucional de celebrar un referéndum de secesión en España”. Así replicó Josep Borrell a Roger Torrent tras plantear el presidente del Parlament un pacto de claridad al estilo canadiense como vía de solución al conflicto catalán y con el que se renunciaría a la unilateralidad. Pero el ministro de Exteriores en funciones y próximo a liderar la diplomacia europea no está dispuesto a explorar ese camino amparándose en que “en Alemania, Francia, Italia o Estados Unidos”, como España, “tampoco tienen esa posibilidad constitucional. “No es que seamos raros. No hay nada en el derecho internacional que ampare el derecho a la secesión de Catalunya”, recalcó el dirigente socialista, quien consideró que aquello que el soberanismo denomina como derecho de autodeterminación “en realidad es el derecho a la secesión”. Por lo que, a su entender, tanto el president Quim Torra como el propio Torrent deberían saber que “es inviable”. “Ya no sabemos cómo decirlo”, zanjó Borrell.

La Ley sobre la Claridad referendaria es una ley federal aprobada por el Parlamento de Canadá ante las ansias soberanistas de Quebec que establece las condiciones en las cuales el Gobierno canadiense podría entrar en negociaciones que podrían conducir a la secesión de una de sus provincias tras un referéndum. Su origen está en la consulta vinculante de 1995, donde el pueblo de Quebec votó en contra de la soberanía por un margen estrecho (50,58% a 49,42%). La pregunta del referéndum resultó controvertida por su redacción ambigua.

Torrent, con motivo de una conferencia en el Fórum Europa en Madrid y arropado por el catedrático de Derecho Constitucional Luis López Guerra, lanzó ayer este pacto de claridad -del que ya le habló el lehendakari Iñigo Urkullu durante la última visita del líder republicano a Euskadi- para fijar las “circunstancias y las condiciones para la celebración de un referéndum” como mejor salida “para un conflicto político de primer orden”. “Si estamos de acuerdo que en determinadas circunstancias sería injustificable retener a una parte de la población contra su voluntad, debemos clarificar las condiciones y las circunstancias a partir de las cuales los catalanes y las catalanas podrán decidir mediante un referéndum el estatus político y jurídico de su país”, valoró Torrent.

A su entender es la mejor fórmula para construir “las bases del principio democrático”, ya que “no provocaría cambios inmediatos, arrojaría luz al conflicto y aportaría certezas”. “A nadie se le debería escapar que si el Estado español opta por la vía represiva en lugar de la vía democrática, será solo cuestión de tiempo que el independentismo pase del 48% al 60%”, advirtió el presidente del Parlament, quien incidió en que el independentismo no podrá “obtener unilateralmente sus objetivos”, pero que la política española tampoco se podrá “imponer unilateralmente sobre la política catalana”. Es por ello que aboga por el “diálogo sin vetos”. Si desde Madrid se insiste en “el bloqueo, la persecución judicial y el menosprecio a las reivindicaciones catalanas”, la respuesta será la movilización. “No habrá más opciones que dejar votar a los catalanes. Que la pertenencia en el Estado se una elección y no una imposición”, insistió el máximo dirigente de la Cámara catalana.

La estrategia del pacto de claridad ya la puso encima de la mesa en 2017 quien fuera máximo responsable de los comunes en el Congreso, Xavier Domènech, algo que la ramificación de Podemos también trasladó al Parlament. En la CAV, Elkarrekin Podemos hizo lo propio al incluirla en la Ponencia de Autogobierno.

jxcat se desmarca Paralelamente, la manifestación de Torrent escenificó nuevamente las diferencias dentro del soberanismo y, en concreto, entre ERC y JxCat. Desde el partido que abandera Carles Puigdemont, su portavoz Albert Batet avisó de que no aceptarán ningún “retroceso” respecto “a los valores del 1 de octubre”. “Para nosotros, todo lo que sean propuestas que signifiquen un retroceso a los valores del 1-O, es evidente que no nos encontrarán (...) Desde el ámbito de ERC, que cada día van cambiando de propuesta, ayer pedían un avance electoral. Pues bien, todo lo que sea un avance electoral autonómico o pactos que no respondan a los valores del 1-O, para nosotros es un retroceso”, respondió pese a estar a favor de acordar con el Estado una solución pero solo si implica un reconocimiento explícito del derecho de autodeterminación.

Batet atendió a los medios después de reunirse en el Palau de la Generalitat con Torra y una delegación de su partido en el marco de la ronda de contactos que el president mantiene con fuerzas y entidades soberanistas para abordar cómo debería ser la respuesta ante una eventual sentencia condenatoria contra los líderes del “procés”. “Se articulará una respuesta unitaria, transversal, que no sea improvisada, que tenga toda la fuerza y que responda con justicia lo que es una injusticia”, cerró.