Gasteiz - Ni los ciudadanos ni las instituciones acaban de coger el ritmo a los procesos de exposición pública de las leyes para que los vascos presenten sus sugerencias. La ciudadanía sigue estando poco familiarizada con estos procesos, y las instituciones no acaban de dar con la tecla para darles una publicidad y un formato atractivos. En el caso del nuevo estatus, el Parlamento Vasco activó un sistema de correo electrónico, teléfono y sugerencias a través de una web que ha generado aportaciones concretas, pero que ha tenido una acogida bastante discreta y sigue alimentándose en buena medida de vascos implicados políticamente. Según fuentes de la administración del Parlamento consultadas por este periódico, se dará otro impulso a la participación a la vuelta del verano, con el inicio del nuevo ejercicio legislativo. Se dará nuevamente publicidad y difusión a estos mecanismos, después de que haya sido imposible hacerlo durante las dos convocatorias electorales de abril y mayo, que no aconsejaban realizar un llamamiento en plena campaña que pudiera ser malinterpretado y utilizado políticamente. Hacerlo ahora, en pleno verano, tampoco tenía sentido porque no hubiera tenido eco. Este proceso de participación aún tiene margen porque tendrá recorrido mientras continúe el trabajo de los juristas que están redactando el articulado del nuevo estatus de autogobierno. Al haberse prorrogado su trabajo hasta el 30 de noviembre, la web seguirá en activo. Por ahora, el estatus ha recibido una treintena de aportaciones en la web, y las puede consultar todo aquel que pinche con su ratón porque son públicas. Sin embargo, ese dato se obtiene si se suman en su totalidad las sugerencias realizadas en cada uno de los apartados del debate, que muchas veces se han planteado por las mismas personas. Por ello, la participación es menor en realidad.

A modo de muestra, el apartado que ha recibido un mayor número de aportaciones ha sido el Título Preliminar, con nueve sugerencias, aunque los nombres de quienes las plantean se repiten y, en sentido estricto, solo hacen aportaciones seis personas. El debate es intenso en torno a la idea de la nacionalidad vasca, que PNV y EH Bildu han planteado como un asunto de simbolismo político que no lleva aparejada ninguna discriminación en el acceso a los servicios públicos. Hay partidarios y detractores.

A este apartado le sigue el preámbulo, con siete personas planteando sus ideas como, por ejemplo, la necesidad de que el Parlamento Vasco sea soberano y ninguna instancia pueda tumbar sus decisiones, que se ponga en valor el papel de los territorios, o que el derecho a decidir se acompañe de una matización para que no sea declarado inconstitucional, de manera que se apueste por ejercerlo y plasmar su resultado siempre que así lo permitan las leyes del Estado español. Otras aportaciones son más contrarias al espíritu de las bases pactadas, como una sugerencia que cuestiona que los derechos históricos faculten a “romper el Estado”.

reflexión Para volcar las ideas en la web, es necesario apuntarse con nombre y dos apellidos, lo que puede desalentar a algunos ciudadanos, aunque es necesario para el Parlamento con el objetivo de evitar comentarios lanzados por robots o cualquier tipo de maniobra informática de manipulación. La reflexión que está abierta ahora en todas las instituciones pivota entre abrir un buzón para las aportaciones en sentido extensivo, o propiciar que sean sugerencias de calidad, con filtros de seguridad. El letrado mayor del Parlamento tiene presencia en la comisión de los juristas del estatus y los tiene al corriente de las aportaciones. Por ahora, parece que solo participan quienes están implicados políticamente o muy interesados en el debate.