Donostia - Días después de la polémica entrevista a Arnaldo Otegi en TVE, que desde formaciones como PP, Ciudadanos y Vox fue calificada como un “ejercicio de blanqueo” de EH Bildu y de su propio coordinador general, ayer fue la directora de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, dependiente del Ministerio de Interior, quien cargó contra la izquierda abertzale. Eso sí, Sonia Ramos no llegó a mencionar de forma explícita ninguna sigla.
Con motivo de la inauguración en Donostia de un curso de verano de la UPV/EHU titulado “Justos y resistentes contra el terrorismo”, Ramos se refirió al “mundo que apoya a ETA”, a quien acusó de tergiversar la historia de la banda y justificar la violencia que atenazó a Euskadi. “El mundo que apoya a ETA trabaja de manera incesante por tergiversar lo ocurrido, justificando la existencia de dos violencias encontradas que han causado víctimas en ambos lados. El diluir responsabilidades es un objetivo en el que trabajan con entrega porque no se sienten responsables del daño causado”, aseguró. Asimismo, reconoció que existen ciertos “factores” que “anticipan las dificultades” que “encontrarán los demócratas” para “confrontar tales argumentos de la izquierda abertzale”.
Además, Ramos, que estaba acompañada en el acto por el delegado del Gobierno español en la CAV, Jesús Loza, y el responsable del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez, descartó “cualquier plan educativo que se asiente en la equidistancia y en una historia de lo ocurrido que las víctimas no puedan suscribir”.
En opinión de la directora de Apoyo a las Víctimas, es crucial “enseñar lo que ha supuesto el terrorismo en España y el papel de las víctimas como expresión de las consecuencias que la violencia terrorista ejerce en las personas”.
Con las víctimas A juicio de Ramos, hay que valorar sobre todo a las víctimas y, por ello, puso de relieve que, tras el cese de la violencia armada de ETA y su “endulcorada disolución”, el protagonismo de las víctimas “en su derrota” debe ser “mucho más evidente”. Así, aseguró que la “premisa fundamental” sobre la que debe asentarse el relato es que “ninguna de las víctimas del terrorismo merecía serlo” y advirtió de que asumir la “tesis del conflicto” que defiende la izquierda abertzale sería una “terrible injusticia” que no garantizaría la “no repetición de lo ocurrido”, ya que la “construcción del futuro” partiría de una “historia viciada”.
Asimismo, en su intervención se refirió a un informe del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, según el cual los presos de ETA son conocidos por un 45 % de la ciudadanía, mientras que los asesinados en un 24 %, los heridos por el terrorismo en un 19 % y los extorsionados y secuestrados tan sólo por un 15 % en esta comunidad autónoma.
Por su parte, Jesús Loza afirmó que “la resistencia no se ha acabado” y, aunque ahora conlleva “un menor riesgo”, “sigue siendo tan necesaria como en épocas anteriores”. “Resistencia para exigir autocrítica y deslegitimación ética, social y política del terrorismo y de sus apoyos en el pasado, en el presente y en el futuro” y para denunciar “actos de exaltación de asesinos, eso sí, con la cabeza más que con las tripas y tan selectiva como contundente”, señaló el delegado del Gobierno español en la CAV. - DNA