Madrid - El proceso para ultimar los gobiernos de coalición de PP y Ciudadanos a nivel local y autonómico ha quedado alterado por un nuevo órdago de Vox, un documento para pactar con medidas que pueden resultar inasumibles y que ha trastocado la estrategia de ambos partidos. Entre ellas las de la deportación de los inmigrantes en situación ilegal, la repatriación de los menas, y derogar ciertos artículos de las leyes LGTBI o las normativas autonómicas relativas a la ley de memoria histórica.

Desde el PP, se muestran convencidos de que finalmente habrá acuerdo con Vox para apoyar los gobiernos de la Comunidad de Madrid y Murcia y creen que se trata de un movimiento negociador por parte del partido que preside Santiago Abascal, similar al que hizo en Andalucía, y acabará rebajando sus exigencias. Tras dar Vox por roto el martes el pacto municipal con el PP y amagar con pasar a la oposición en Madrid y en otras localidades como Zaragoza, las relaciones entre ambos partidos no se han interrumpido y este mismo viernes los representantes de ambos grupos parlamentarios posaron juntos ante el Tribunal Constitucional, al presentar un recurso conjunto contra la conocida como ley de abusos policiales de Navarra, lo que muestra que se mantiene su sintonía en algunas cuestiones básicas.

Pero el hecho de que Vox haya tensado la cuerda al presentar la semana pasada un documento para pactar en el que exige la firma de Ciudadanos, sí ha alterado la estrategia de pactos del partido de Albert Rivera hasta el punto de que se está planteando pasar al plan B y llegar a acuerdos con los socialistas. Por ejemplo en la Región de Murcia, donde a pesar de tener ya cerrado un acuerdo con el PP, baraja negociar un Ejecutivo con el PSOE si no consigue que el pacto con los populares logre el respaldo indirecto de Vox. Lo que sí tienen claro en el partido naranja es que no van a repetir las elecciones en Murcia, un escenario que en la Comunidad de Madrid en cambio no descartan.

Porque también en esta comunidad los requisitos de última hora de Vox han dejado en el aire la posibilidad de que llegue a buen puerto un gobierno de coalición PP-Ciudadanos. Ignacio Aguado, el candidato naranja, tampoco está dispuesto a asumir las condiciones que considera regresivas de Vox en materia de derechos del colectivo LGTBI o de los inmigrantes, pero aún insiste en dar prioridad al PP. Y, por eso, a la oferta de los socialistas de consensuar un acuerdo de investidura, el candidato de C’s ha respondido pidiéndoles la abstención.

En el PP dicen estar tranquilos ante el órdago de Vox, que atribuyen a que las negociaciones no iban como ellos querían, y recuerdan que en Andalucía también presentaron un documento con varias reivindicaciones, más de 90, muchas de las cuales no tuvieron reflejo en el pacto final. Fuentes de la dirección del PP aclaran que algunos de las medidas más polémicas, como la derogación de artículos de las leyes de igualdad, no pueden figurar en ningún pacto ya que precisan de reformas que es necesario aprobar en las correspondientes Cámaras autonómicas.

Lo cierto es que su papel de nexo entre los dos partidos se le ha complicado al PP, que ve como Vox aprieta por un lado y Ciudadanos se resiste a ceder por el otro. En todo caso, la dirección de los populares confía en que la formación de extrema derecha no lleve su pulso hasta las últimas consecuencias, porque creen que les sería muy difícil justificar ante sus votantes el dejar gobernar a los partidos de izquierda en aquellas localidades donde pueden sumar.

Si Vox está dispuesto a elevar la presión hasta las últimas consecuencias o se trata solo de un truco para reforzar su papel es algo que podrá comprobarse esta misma semana, ya que en Murcia, el candidato del PP Fernando López Miras, prevé someterse a la investidura a partir del lunes. Los 16 escaños del PP y 6 de C’s no suman mayoría absoluta y necesitaría al menos la abstención en segunda votación de Vox, que tiene 4, para la investidura.

En Madrid, después de que Vox haya dado por roto el pacto a nivel local la situación de la candidata del PP a presidir la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, se ha complicado. Las negociaciones entre ambos partidos continúan a contrarreloj ya que el lunes el presidente de a Asamblea de Madrid, Juan Trinidad (C’s), inicia la ronda de contactos con los seis grupos para proponer un candidato a presidente de la Comunidad de Madrid. - Efe