madrid - Mariano Rajoy considera que “lo mejor para España” es que PSOE y Ciudadanos suscriban un pacto de Gobierno que dé estabilidad al Ejecutivo y permita elaborar un programa “para cuatro años”. Así se pronunció ayer en el Foro Premium del Atlántico, en Tenerife, donde expresó que, ante la “fragmentación política”, es prioritario configurar “pronto” un Gabinete. “La investidura se puede alcanzar con un acuerdo con Ciudadanos, que si además lleva aparejado un pacto en torno a un programa de Gobierno, permitiría a ese Ejecutivo contar con una solida mayoría”, recalcó. El expresidente, en cualquier caso, no cree que esa ecuación vaya a ser la que finalmente se imponga, después de que ayer PP y la formación naranja rechazaran nuevamente abstenerse y pese a que Pedro Sánchez les pidió que se comporten como “partidos de Estado”.
Rajoy recordó que “una cosa es superar la sesión de investidura y otra muy distinta poder gobernar”. “En cualquier caso, sea cual sea la fórmula, mi opinión es que lo que necesita España es un Gobierno estable, con 176 diputados, cuyo candidato presente un programa para cuatro años, que sea lo más moderado y centrado posible y que mantenga la disciplina en las políticas fiscales, controle el déficit público, reduzca la deuda y no suba impuestos”, argumentó el ex máximo dirigente del PP, quien de paso reclamó que no se deroguen la reformas económicas que impulsó durante su mandato, especialmente la reforma laboral y la ley de estabilidad presupuestaria, y animó al futuro Gobierno español a “buscar el máximo consenso posible y a reformar el sistema de pensiones”, que ahora supone el 30% del gasto público total.
Tras más de un año fuera del Ejecutivo, Rajoy revelo que al dejar sus altas responsabilidades descubrió que “hay una cosa que se llama fines de semana”. Después de la moción de censura de Sánchez, hizo exactamente lo mismo que había hecho 31 años antes, cuando era vicepresidente de la Xunta y tuvo que abandonar el cargo por otra moción de censura socialista: “Me fui a Santa Pola”. “Se puede vivir muy bien fuera de la política, la política es muy dura”, comentó a los asistentes a la conferencia. “Por las mañanas estoy en mi despacho. He montado una oficina de expresidente del Gobierno. Veo a mucha gente, doy mi opinión con la prudencia necesaria...”, resumió.
‘recado’ al pnv Con un enfoque más político, relató que no entendió que se le planteara una moción de censura y que triunfara poco después de que el Congreso le aprobara el presupuesto. Y se extrañó de que la moción se hiciera a partir de una sentencia, la del caso Gurtel, que, insiste, “nada tenía que ver con el Gobierno”. “El PNV tendrá que contarnos cómo a los pocos días de aprobar el presupuesto tomó esa decisión”, zanjó. - I. S. M.