madrid - El extesorero del PP, Luis Bárcenas, relacionó ayer el caso del borrado de sus ordenadores por parte del partido con la operación Kitchen, presuntamente diseñada por Interior en 2013 para sustraerle documentos con la ayuda del excomisario José Manuel Villarejo. “En el mismo tiempo se producen un montón de acciones que confluyen en el mismo sentido: hacerse con documentación que me pertenece, perjudicarme personalmente y amedrentarme”, señaló en el juicio por la destrucción de los ordenadores en los que, sostiene Bárcenas, guardaba información sobre la contabilidad B del PP.

“Si hubiésemos conocido antes la operación Kitchen, esto (el borrado de los ordenadores) sería un episodio de la operación Kitchen”, recalcó en su comparecencia como testigo. En la operación que implica a Villarejo, que se investiga en la Audiencia Nacional, Bárcenas recordó que “se llegó incluso a ordenar que un falso cura secuestrase a mi familia” o que el conductor clonara sus móviles y se los entregara al excomisario.

De cualquier manera, el extesorero del PP ratificó que los discos duros borrados contenían información sobre la contabilidad paralela de los populares. Entre los distintos archivos que almacenaba se encontraba una hoja de cálculo que “completaban eso que se llaman mis papeles”, aseguró en alusión a los llamados papeles de Bárcenas.

Luis Bárcenas, tras asegurar al juez Eduardo Muñoz de Baena que no tiene “ningún tipo” de relación, ni de amistad ni de enemistad, con ninguno de los acusados, aseguró que los ordenadores Toshiba y Apple son de su propiedad y no del PP, aunque fuese el entonces jefe del departamento de Informática del partido, Javier Barrero, quien gestionase su compra.

Así, a preguntas de la fiscal, el testigo explicó que en el Toshiba contenía “información histórica” que quiso recuperar en un “momento determinado” que guardaba relación con la investigación en la Audiencia Nacional del caso Gürtel y con la pieza que estudia la presunta caja B del PP a partir de los denominados papeles de Bárcenas.

el pp niega irregularidades Por su parte, María Massó, la representante del PP en el juicio, aseguró que los dispositivos electrónicos que utilizaba el extesorero cuando fue despedido son propiedad del partido y que el borrado que se hizo de los discos duros cumplió con la legalidad vigente.

Así lo dijo la representante del PP -el partido está acusado en este juicio en calidad de persona jurídica- a preguntas de la fiscal y de la defensa. Massó remarcó que el ordenador de sobremesa y los dos portátiles que Bárcenas dejó en la Sala Andalucía de la tercera planta de la sede de Génova “eran y son propiedad” del PP, “sin ninguna duda”, y que el partido así lo acreditó aportando al procedimiento las facturas de compra.

De este modo, aprovechó para afirmar que Bárcenas “no pudo acreditar la propiedad” de los ordenadores. “Todos los empleados del PP trabajan con dispositivos corporativos”, apuntó. - DNA