BILBAO - El histórico dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, fue retenido ayer horas después de que un tribunal galo decretara su inmediata liberación para que se le notifique una euroorden emitida por la Audiencia Nacional, que lo reclama por un atentado de 1987 con once muertos, seis de ellos menores, y luego comparecerá ante la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París, que decidirá si vuelve a prisión o sale libre. Por la mañana se había ordenado su excarcelación bajo control judicial obligándole a presentarse todas las semanas en una comisaría parisina y sin poder salir del territorio francés hasta que se celebren los juicios que tiene pendientes. Arrestado el 16 de mayo pasado en la localidad alpina de Sallanches, el mismo día en que iba a operarse de próstata, tras 17 años en la clandestinidad, los abogados del histórico miembro de ETA habían solicitado su puesta en libertad porque “mantenerlo entre rejas no era posible teniendo en cuenta su estado de salud”.
Las tres jueces que presidieron la audiencia reclamaron que Urrutikoetxea, de 68 años, entregara su pasaporte, a lo que el arrestado, que apenas contuvo las lágrimas al igual que sus hijos Egoitz e Irati, respondió que no tiene ningún documento de viaje. Louis Joinet, exasesor del presidente francés François Mitterrand y colaborador de la ONU, se había ofrecido a albergarlo si abandonaba la prisión de la Santé. Sin embargo, mientras sus hijos aguardaban en vano su salida de la cárcel, fue trasladado rápidamente en un coche, escoltado por varios agentes encapuchados, hacia la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), donde espera la mencionada notificación de la euroorden.
debilidad física Pálido, con gafas, barba, pelo gris, vaqueros y una cazadora azul que no se quitó en ningún momento pese al sofocante calor en la sala, Urrutikoetxea había dado muestras de debilidad física durante las dos horas de audiencia en que sus abogados perfilaron la estrategia a seguir en los juicios pendientes, para los que aún no hay fecha establecida. La de que es un hombre “comprometido” que se arriesgó apostando por la paz y que participó en las principales negociaciones con el Gobierno español de los últimos años. Y también la de que es una persona enferma que requiere de cuidados que no puede recibir estando en prisión. Su defensor, Laurent Pasquet-Marinacce, lo definió como el “principal artífice del fin de la lucha armada” de ETA por tener un “lugar activo y central en todos los esfuerzos e iniciativas desde finales de los años 90 para poder lograr una salida pacífica al conflicto”.
Desde AVT y Covite. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) pidió explicaciones a las autoridades judiciales francesas por una decisión “sorprendente” y consideró un “escándalo” si el motivo de su excarcelación era médico. Covite hizo lo propio mostrando su “preocupación y estupefacción”. Desde el Ministerio del Interior, sin entrar a valorar la orden judicial, precisaron que no suponía paralizar su extradición, por lo que “más tarde o más temprano será juzgado” en el Estado español.