madrid - El PP y Vox mostraron ayer su buena sintonía en las negociaciones que se han abierto tras el 26-M y alcanzaron su primer acuerdo concreto: sumarán fuerzas en todos los municipios donde lleguen a la mayoría absoluta sin depender de Ciudadanos. Así lo anunció el portavoz de la formación ultra en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, tras alcanzar un “principio de acuerdo” en la segunda reunión que ambas formaciones mantuvieron en la Cámara Baja. La idea es asegurar la gobernabilidad en todas aquellas localidades donde C’s no les hace falta para establecer gobiernos de derecha.

Espinosa de los Monteros citó en su intervención municipios importantes como Almería o Pozuelo de Alarcón (Madrid). Pero los números les dan en más poblaciones importantes de la geografía española, la mayor parte de ellas situadas en Andalucía y Madrid. Entre otros lugares, habrá gobiernos del PP y Vox en Las Rozas y Majadahonda (Madrid), Algeciras (Cádiz) o El Ejido y Roquetas de Mar (Almería).

Según explicó el portavoz de Vox tras reunirse durante más de dos horas con la delegación de los populares -encabezada por su secretario general, Teodoro García Egea-, el acuerdo para los gobiernos municipales se irá posteriormente concretando en las organizaciones territoriales y se seguirá trabajando en las comisiones bilaterales entre ambas formaciones para alumbrar un documento que recoja por escrito las bases del acuerdo de carácter local.

Por ahora, siempre según Espinosa de los Monteros, el compromiso alcanzado entre los dos partidos se limita a “un acuerdo oral”, por lo que seguirán las negociaciones en los próximos días con el objetivo de elaborar los documentos base. El portavoz de Vox no ofreció datos concretos sobre los puntos que recogerá el acuerdo y solo dijo que afectará a los equipos locales de aquellos municipios donde la suma de ambos partidos sea suficiente para gobernar.

Por parte de los populares, se pronunció el propio García Egea, que destacó que lo acordado ayer es “un primer punto de partida interesante para conformar los gobiernos de la libertad en contraposición con los gobiernos del cambio que hace cuatro años asolaron España y que hoy se han visto inoperantes”, en alusión a las ciudades conquistadas en 2015 por candidaturas próximas a Podemos, como Madrid o Zaragoza, que ahora podrían caer en manos de la derecha. Sin embargo, en las alcaldías de mayor peso y las comunidades no basta con la suma de PP y Vox, sino que es necesaria la participación del ansiado tercer socio: Ciudadanos.

A este respecto, la formación ultra no se conformará con ser la pata externa del acuerdo de las derechas, como ocurrió en Andalucía el pasado noviembre. Los de Santiago Abascal insisten en que, en las instituciones donde también sea necesario el consenso con Ciudadanos, la formación naranja tendrá que abrir las negociaciones con Vox para sumar su apoyo. “En aquellos sitios donde se pretenda que apoyemos un acuerdo deberemos participar en la creación de ese acuerdo”, resumió Espinosa de los Monteros.

De cualquier manera, el PP y Vox seguirán sentados a la mesa y el reto ahora es sumar a dichas conversaciones a Ciudadanos, que por el momento se niega en redondo a una negociación a tres bandas donde esté la formación ultra, aunque no hace ascos a sus votos en los ejecutivos donde sean necesarios.