BARCELONA - La mayoría de las 52 capitales de provincia del Estado español se encuentran pendientes de los pactos entre partidos para saber quién será su alcalde cuando el 15 de junio se constituyan las nuevas corporaciones, pero, junto a Madrid, es Barcelona uno de los escenarios más inciertos. En la ciudad condal ha ganado ERC (10 concejales) pero ha empatado a concejales con En Comú (10) y con el PSC (8) como tercera fuerza. Le siguen Ciudadanos (6), JxCat (5) y PP (2). La negociación está abiertas tras la oferta de Manuel Valls de apoyar a Ada Colau, si se presenta con los socialistas. Los cinco representantes de JxCat le convierten en un actor de poca influencia numérica, por lo que Maragall la descarta de cara a un posible pacto para la alcaldía.

En una entrevista el sábado por la noche en TV3, al ser preguntado por si este pacto implicaría prescindir de JxCat para poder gobernar, Maragall respondió que es “una de las posibilidades que está encima de la mesa”.

Barcelona es, sin duda, la joya de la corona entre las capitales de Catalunya. ERC prácticamente tiene garantizadas Lleida y Tarragona, mientras que JxCat no tendrá grandes dificultades para hacerse con la alcaldía de Girona. Los republicanos consiguieron una importante victoria en la capital catalana, pero lo hicieron por tan solo 5.000 votos y empatando en concejales con los comunes de Colau.

Maragall confía en poder ser investido alcalde el próximo 15 de junio, pero Colau está en disposición de ser escogida alcaldesa si se presenta a la investidura con los votos del PSC y de al menos tres concejales de Manuel Valls (candidato de Cs), que le han ofrecido apoyo sin condiciones para evitar que el próximo alcalde de Barcelona no sea un independentista. Valls va por su cuenta en esta operación, no tiene el beneplácito de Albert Rivera, aunque ayer el eurodiputado y peso pesado de Cs Luis Garicano se sumó a la iniciativa de apoyar a Colau si es para evitar que gobierne ERC.

Para Maragall esta opción sería contranatura “artificial y esperpéntica” y contribuiría a la inestabilidad y a “profundizar el conflicto “con el Gobierno español.

En el caso de que Colau aceptase apoyar a Maragall, ERC se quedaría a un voto de los 21 necesarios para la mayoría absoluta. Le bastaría con la abstención de alguno de los restantes representantes.

No obstante, la candidata de la marca de Podemos en Catalunya aún no ha dicho su última palabra de cara a disputarle la alcaldía, aunque la única posibilidad de repetir como alcaldesa es aceptando los votos prestados de Valls, un regalo envenenado que le podría generar un fuerte desgaste entre sus bases en Catalunya y en el del Estado.

Colau intenta convencer a ERC y PSC para que la respalden como alcaldesa, pero los republicanos esgrimen que el bastón de mando de la ciudad les corresponde a ellos en tanto que lista más votado. Por su parte, el partido de Iceta preferiría ensayar una alianza con Ciudadanos y En Comú, con vistas a sus pactos en el Estado.