El rey Juan Carlos deja de participar en actividades institucionales después de casi 44 años de representación de la Corona, un paso casi definitivo hacia la retirada de la vida pública. Su nueva etapa alterará en parte el papel desarrollado hasta ahora, aunque, al mismo tiempo, conservará algunas prerrogativas.
La retirada de la vida pública no le impedirá ser miembro de la familia real, de la que forman parte los reyes Felipe y Letizia, doña Sofía (su esposa), la princesa Leonor y la infanta Sofía. El anterior jefe del Estado conservará el título de rey de forma vitalicia y con carácter honorífico, y lo hará además con tratamiento de Majestad, una fórmula establecida por Zarzuela para “plasmar la gratitud por décadas de servicios a España”.
actos oficiales y toros Queda en el aire si, pese a su anuncio de retirada de la vida pública, podrá volver a participar en algún evento oficial. La Zarzuela no cierra la puerta a que pueda aparecer en algún acto oficial o en alguna conmemoración, aunque sin ejercer la representación de la Corona. De igual modo, podrá continuar con sus actividades privadas en lugares públicos, como ha venido haciendo en los últimos años, cuando ha asistido a encuentros familiares, a acontecimientos deportivos o a los toros, su gran afición junto a la caza. No tiene previsto ningún evento especial para su retirada más allá de presidir una corrida de toros en Aranjuez en homenaje a su madre.
Su retirada no le despoja de los cargos que ostenta por haber sido monarca, ya que seguirá siendo capitán general de las Fuerzas Armadas en la reserva, condición que asumió cuando cedió a su hijo el papel de jefe supremo de los ejércitos.
sueldo y estatus jurídico En 2018, el rey emérito tuvo una remuneración de 194.232 euros. El rey Felipe VI es quien decide la cantidad que cobra su padre y las reinas Letizia y Sofía y quien distribuye los recursos económicos para el desarrollo de sus respectivas agendas institucionales. No obstante, al dejar de participar en actos oficiales, se abre la puerta a que en los próximos presupuestos, la asignación de don Juan Carlos varíe. En cuanto a su estatus jurídico, Juan Carlos I conserva su aforamiento, al igual que los miembros del Gobierno y los parlamentarios, por lo que solo podría ser juzgado por el Tribunal Supremo por delitos cometidos tras el 19 de junio de 2014. Con su abdicación perdió la inviolabilidad, pero solo podría ser juzgado por aquellos delitos cometidos después del 19 de junio del 2014, cuando pasó la Corona a su hijo.
¿Qué pasa con la reina Sofía? La retirada de Juan Carlos no afecta en nada a la reina emérita, que seguirá siendo parte de la familia real y mantendrá la actividad institucional que viene desarrollando desde que tuvo lugar la abdicación. - Efe