vitoria - La jornada electoral de ayer estuvo irremediablemente condicionada en Gasteiz por la festividad de San Prudencio, que además de los tradicionales caracoles y los perretxikos vino acompañada esta vez por las papeletas. Si alguien pensaba que la cita con la urnas iba a tener menos participación que las anteriores por esta coincidencia, no pudo estar más lejos de la realidad. Previsores, alrededor de 30.000 alaveses habían ejercido ya su derecho por correspondencia, algunos de ellos con la esperanza de no ser agraciados así con una presidencia o una vocalía de mesa que les amargase la jornada, y miles y miles más acudieron ayer a sus respectivos colegios disparando las cifras de participación. Antes o después, muchos de ellos enfilaron también hacia las campas de Armentia para cumplir con la tradición. En definitiva, un San Prudencio atípico y no solamente por el resplandeciente sol que iluminó la jornada.
Tras una larga noche de fiesta, la mañana electoral dejó ver en numerosos rostros las huellas de la resaca en el centro cívico Aldabe, donde el flujo de votantes fue permanente. Había mucho en juego y se notaba en el ambiente. Allí se encontraba ejerciendo de apoderado Fernando López Castillo, candidato de Elkarrekin Podemos a la Alcaldía de Gasteiz, quien celebraba la muy alta participación que la cita ya estaba dejando desde primeras horas. “Hay mucho movimiento. Nuestra media la damos ya en el 15%, que es un porcentaje muy alto a estas horas. Me parece una buena noticia, porque la gente se está movilizando frente al peligro real de los cambios que puede haber”, apuntaba López Castillo poco después de las 11.30 horas. Entre los votantes se dejaron ver numerosos blusas y neskas de todas las edades que posteriormente cambiarían la fiesta de la democracia por la de Armentia. “No creo que vaya a restar participación. La sensación que tengo respecto a otras elecciones es que está aumentando”, vaticinaba López Castillo. Y no se equivocaba. Como ejemplo, para antes de las 14.00 horas, la mitad del censo de una mesa electoral de Judimendi ya había votado, 225 de sus 450 integrantes, sumando las papeletas por correo.
El movimiento también fue incesante en el colegio electoral de las oficinas municipales de San Martín, donde Andrés Cabeza, funcionario del Ayuntamiento, se encontraba ayer trabajando en el punto de información situado junto a la entrada. “No hemos tenido ninguna incidencia. Se han constituido las mesas, no ha faltado nadie, no han hecho falta suplentes, ha empezado la votación a su hora y no ha habido ningún incidente de ningún tipo. Todo transcurre correctamente”, apuntaba tras el mostrador Cabeza, quien también corroboraba la “muy buena marcha” que llevaban las votaciones. “No sé si San Prudencio resta... Más bien al revés. Igual la gente que no sabe qué hacer se anima más a votar siendo festivo. A la misa, al pintxo, a votar y luego a las campas”, bromeaba este trabajador.
Una de las miles de votantes que ejerció su derecho en este centro fue Iratxe López de Heredia, que acompañada por la pequeña Olatz, vestida de neska, reconocía que “hay tiempo para todo”. Ambas se dirigirían posteriormente a las campas para disfrutar de la jornada festiva. “Es una chapuza que haya coincidido con San Prudencio, pero bueno... Por lo menos no nos acorta las vacaciones. Ahora aprovecharemos que ha salido el sol y vamos a las campas”, apuntaba esta votante. Junto al acceso, una ambulancia y dos voluntarios de Cruz Roja ayudaban a votar a decenas de personas con problemas de movilidad a las que correspondía acudir a este centro.
Uno de los colegios electorales en los que, por la cercanía del epicentro festivo, hubo más afluencia fue el polideportivo de Mendizorroza, donde fueron muchos los vecinos que antes de dirigirse hacia las campas hicieron escala para votar. Uno de ellos fue Iñaki Blanco, que lo hizo acompañado por su familia. ¿Cómo se lleva eso de votar en un día tan especial para los gasteiztarras y alaveses? “Después de muchos años votando no se hace raro. No ha tocado estar en la mesa, así que bien”, apuntaba Blanco. Aliviado por este hecho, este vecino reconocía que haber tenido que cumplir con este trámite justo ayer hubiese sido una “faena”. Pero en su caso, como en el de tantos otros, tocaba disfrutar. “Ahora a las campas un rato, a aprovechar el ambiente”, celebraba.
Quien no pudo gozar de la fiesta debido a las obligaciones académicas fue Ignacio Imaz, también votante en el recinto deportivo de Mendizorroza. El joven, que depositó su voto pasado el mediodía, se dirigió posteriormente a la biblioteca. “Para mí hoy no cambia nada, porque al final estoy de exámenes y tengo que ir ahora a estudiar. No me he ido fuera ni nada, así que es un día más”, asumía Imaz, también expectante por el resultado que depararían las votaciones. “A ver qué pasa... Lo que está claro es que es difícil que salga el resultado que cada uno quiere”, aseguraba con razón.