Cuando Pedro Sánchez se puso en contacto con Iván Redondo no sabía que iba a ganar las primarias. Redondo, sí. Aceptó el reto y empezó a colaborar con él con la idea de llevarle algún día a la Moncloa. Para ello creó la marca Pedro Sánchez, que un año después vende más en España que la marca PSOE. A sus 38 años, Iván Redondo (Donostia, 1981) está considerado uno de los mejores consultores políticos del país. Es el jefe de gabinete de Sánchez en Moncloa y éste no toma ninguna decisión importante sin consultarle.
Aparentemente tímido y discreto, parco en palabras, que no en eslóganes, el principal asesor y estratega político del presidente del Gobierno se desliza junto a él por mítines, debates televisivos y actos institucionales y su presencia resulta más inadvertida que su leyenda.
Esta pasa por haber llevado al candidato del PP Xavier García Albiol a la Alcaldía de Badalona (Barcelona) y haber logrado que José Antonio Monago fuera el primer presidente del PP en Extremadura. Quizá por eso en el PSOE no hay muchos que hablen bien de él. Hay quien le considera directamente un mercenario y hay otros que le culpan de los errores que perjudican a Sánchez, el último de ellos el que le ha llevado a exponerse más de lo previsto en dos debates consecutivos de televisión en la campaña electoral. “Está haciendo currículum, pero no durará mucho. En cuanto pueda, se irá a América Latina”, vaticina una dirigente socialista cercana a Pedro Sánchez que critica que el jefe de gabinete de Moncloa sea un experto en comunicación que no controle las instituciones. “Así no se puede coordinar un Gobierno”, se lamenta.
el ‘vendebiblias’ Uno de los dirigentes del partido que se lleva bien con Redondo discrepa y asegura que no quería ser director de gabinete porque ya había pasado por la experiencia de cerrar su empresa y volver a abrirla, y pierde dinero. “Seguirá en Moncloa si puede, porque no das ese salto solo para unos meses”, apuesta. Apodado el gurú, el dron (que sobrevuela a todos los socialistas) o el vendebiblias, Redondo cuenta también con defensores que ven en él “el mejor fichaje que Pedro podría hacer”. “Cuando Pedro se equivoca se lo cargan a él. Es la diana de todos los errores de Pedro, pero le critican solo porque no es de los nuestros. Todas las críticas a Iván Redondo son interesadas desde dentro del partido”, opina una destacada sanchista. Pocos como ella creen que Redondo tiene “luces largas” para ver cosas que los que están dentro del partido no ven.
Él supo ver que la sentencia de Gürtel era el momento para presentar la moción de censura contra Mariano Rajoy que dio el Gobierno a Sánchez hace diez meses. “Ábalos consiguió los apoyos, pero él supo verlo. Como también supo ver que se podía rentabilizar un gobierno con 84 diputados para ahora sacar 130 o 140”. Fue también quien vio que el fiasco del relator proporcionaba a Sánchez el relato con el que poder demostrar que no había pacto con los independentistas de cara a su cita con las urnas.
Los que defienden su papel para que Sánchez pueda tomar “decisiones asépticas”, no contaminadas por asuntos internos del partido, dicen que Redondo no tiene apego por nadie, que lo ve todo como una jugada de ajedrez y que precisamente por eso “Pedro le necesita”.
De momento es el creador de una marca que el 28 de abril hará balance de su rentabilidad electoral. La marca Pedro Sánchez, que identifica a un político “antifrágil”, en sus propias palabras. Dice Redondo que “Pedro es cómo es y hay que maximizar sus fortalezas, no intentar cambiarlo”. Con él concurre el PSOE a la cita con las urnas. Con una campaña en primerísima persona y un primerísimo plano de Sánchez como reclamo electoral. El PSOE de hoy es Sánchez y todas las encuestas reflejan que ganará las elecciones y que prácticamente no hay opción de gobierno que no pase por él.