bilbao - El pueblo de Alonsotegi volvió a recordar ayer a las cuatro personas que murieron el 20 de enero de 1980 al estallar una bomba en el bar Aldana. Familiares de las víctimas, vecinos de la localidad y autoridades institucionales recordaron en silencio a las víctimas mortales y volvieron a reclamar verdad, memoria y justicia.

El ataque con una bomba de seis kilos de goma 2 estalló en la puerta del bar Aldana, regentado por una activa militante del PNV. Además de las cuatro fallecidos (Manuel Santacoloma, Liborio Arana y del matrimonio formado por Mari Paz Ariño y Pacífico Fika), una veintena de personas resultaron heridas de diferente consideración. Además, la potencia del artefacto explosivo se llevó por delante el establecimiento de la familia Aldana.

Días después fue reivindicado por los Grupos Armados Españoles (GAE), vinculados a la extrema derecha, pero 39 años después el atentado sigue impune, aunque la sospecha apunta hacia los aparatos del Estado. De hecho las familias de las víctimas recuerdan que al frente de la investigación estuvo el entonces subcomisario José Amedo, jefe del Servicio de Información de la Policía en Euskadi, posteriormente condenado por los tribunales por su participación en varios asesinatos del GAL. Se simuló una investigación por parte de una Policía presa de sus vínculos con el franquismo, pero nunca la hubo o al menos no hay ningún registro de ella. La supuesta investigación terminó en nada y finalmente el juzgado de Bilbao archivó la causa. Nadie ha sido juzgado por este caso.

La investigación quedó archivada, sin actas, ni informes sobre los interrogatorios llevados a cabo en Alonsotegi. El PNV reclamó al Gobierno español la documentación de este caso para que la Ertzaintza pudiera reabrir la investigación, pero el intento fue baldío. No hubo respuesta y la verdad sigue sepultada.

Familiares, vecinos y los alcaldes de Alonsotegi y de los municipios vecinos volvieron a concentrarse un año más ante los murales que recuerdan a las víctimas del atentado contra el bar Aldana. En la ofrenda floral que siguió a la misa celebrada en la iglesia de San Bartolomé participaron la directora de Derechos Humanos y el director de Atención a las Víctimas del Terrorismo, Monika Hernando y Enrique Ullibarriarana, respectivamente, en representación del Gobierno Vasco, además del alcalde de Alonsotegi, Joseba Urbieta, así como representantes municipales del PNV, EH Bildu y PSE. En declaraciones a este diario, el primer edil del municipio avanzó que el año que viene prepararán algo especial con motivo del 40 aniversario del atentado.

La izquierda abertzale también se hizo notar y quiso poner su propia impronta a la concentración. Sus representantes pusieron el acento en la impunidad.