donostia - La Diputación de Gipuzkoa presentará de manera “inminente” en los juzgados de instrucción de Donostia dos querellas para que se persigan las desapariciones de Jose Ariztimuño Aitzol y de Florencia Olazagoitia durante la Guerra Civil española a manos del bando franquista. La iniciativa, que responde a una propuesta de resolución que aprobaron las Juntas en octubre de 2016, busca que la “verdad judicial se abra camino” y que, “en representación” de los 979 guipuzcoanos desaparecidos o fusilados aquellos años, estos dos casos cambien la actual jurisprudencia según la cual los tribunales españoles archivan cualquier causa similar.
Ante la dificultad de llevar los casi 1.000 casos a los tribunales, se han elegido los de Aitzol y Olazagoitia por ser “simbólicos y emblemáticos en representación de la totalidad de las víctimas de Gipuzkoa”, explicó la directora foral de Derechos Humanos, Maribel Vaquero. Estas dos querellas, en las que la Diputación se presentará como acusación popular y que se sumarán a las respectivas que presenten las familias, adoptarán el carácter de litigio estratégico, casos representativos y que reúnen el máximo de condiciones para poder darle la vuelta a la jurisprudencia existente.
“Se buscan tres objetivos”, avanzó el diputado general, Markel Olano: “Tener un impacto en la sociedad, profundizar en el conocimiento de lo sucedido; que se abra paso la verdad judicial y lograr poco a poco que en la judicatura y la jurisprudencia española haya cambios”.
Más en un momento, subrayó el jefe del Ejecutivo, en el que con movimientos de “nuevo cuño” resurgen ideas de “épocas que considerábamos superadas que entroncan con el franquismo y con las políticas uniformizadoras más reaccionarias, en contra de los valores democráticos, de los avances sociales y del progreso”.
Las querellas se enfrentarán a los mismos dos obstáculos que han aparecido en otras iniciativas similares. Por un lado, que según el principio de legalidad, los tribunales españoles argumenten que cualquier delito contra la humanidad no estaba tipificado como tal cuando sucedieron los hechos y, por otro lado, que cualquier hipotético delito estaría ya prescrito.
Fue la razón que se argumentó para archivar las querellas de Elgeta que, en un principio, habían sido admitidas a trámite. En el Estado hay tres causas abiertas por sucesos de aquellas décadas: los bombardeos de Durango y Barcelona, y las torturas denunciadas por un vecino de Valencia, que la semana pasada se admitió a trámite. Todas las demás se han topado con el mismo archivo.
Delitos que no prescriben “Si esos crímenes se organizan de manera sistemática, no son ya un ataque a una persona, sino contra la humanidad”, explicó el director de la Cátedra de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la UPV/EHU, Jon Mirena Landa, durante el acto. “En estos casos no se aplica el Derecho Penal habitual: se impone el derecho internacional penal, y entre otras consecuencias, significa que no prescribe, porque son delitos no se pueden dejar pasar”.
“Las víctimas tienen derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación”, aseveró el diputado foral de Cultura, Denis Itxaso, quien añadió que se les debe “reconocimiento público de los derechos que les fueron arrebatados y su reparación”.