Madrid - El Gobierno de Pedro Sánchez parece tener claro que con los Presupuestos Generales del Estado para 2019 no tendrán futuro si depende solo de los independentistas, por lo que abre la puerta a que el resto del arco parlamentario pueda al menos dar una abstención que permita su tramitación. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dio ayer un portazo a la mesa de negociación que reclamó Carles Puigdemont para abordar cuestiones como el referéndum de autodeterminación y una comisión independiente que examine las inversiones, y defendió el “importante” aumento en esta última materia en Catalunya con la “vocación de cumplir con el Estatut” y de generar “cohesión” en el Estado español.
La titular de Hacienda fue muy clara en la Cadena Ser al asegurar que, “evidentemente, no vamos a sentarnos en ninguna mesa en la que se vayan a debatir cuestiones que no están en nuestro marco constitucional”, por lo que el futuro de las Cuentas, si depende solo de los independentistas, está teñido de negro.
Montero pidió a PP y Ciudadanos que apoyen las Cuentas, aunque sea con la abstención para de ese modo “permitir que se puedan tramitar” y a los independentistas catalanes les exhortó a negociar para que, “siempre que esté dentro de la legalidad, podamos cambiar algún punto o alguna coma”. Frente a las críticas que le reprochan cesiones a los independentistas, la ministra defendió que “no hay ningún trato de favor con Catalunya” y que el “importante” aumento de inversiones en la comunidad tiene la “vocación de cumplir con el Estatut” y sirve para generar la “cohesión” en España
Se defendió de las acusaciones de que la inversión destinada a Catalunya es un guiño a ERC y PDeCAT para que cedan en su intención de bloquear los Presupuestos y señaló que “no es Catalunya la que, en términos porcentuales, experimenta más porcentaje, otras comunidades también lo hacen”.
También el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, salió ayer en defensa del borrador de los Presupuestos y, preguntado por si el Ejecutivo estaría dispuesto a sentarse en una mesa de negociación si la propone la Generalitat catalana, afirmó que el Gobierno estaría “dispuesto a través del debate parlamentario” a sentarse “con todos los grupos parlamentarios que forman parte del Congreso”. “No cambia aquí nada”, subrayó. - I.S.M.